En una época donde los conflictos ya no solo se libran en el terreno físico, sino en las profundidades invisibles de redes y sistemas informáticos, Chile adelanta el calendario al año 2035. Esta semana, el Ministerio de Defensa Nacional puso en marcha la segunda versión del ejercicio conjunto “Escudo Cibernético”, una simulación de ciberataques a gran escala que —más allá de los titulares— revela una preocupación creciente: la necesidad de estar preparados para una guerra sin fronteras físicas, pero con impactos reales.
Durante tres jornadas en la Academia de Guerra del Ejército, cerca de 80 especialistas del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y sus empresas estratégicas —FAMAE, ASMAR y ENAER—, junto a representantes de organismos públicos clave como Relaciones Exteriores, la Subsecretaría de Telecomunicaciones y el Registro Civil, se enfrentan a un escenario ficticio ambientado en 2035.
El contexto se da en un escenario de alta tensión internacional, enfrentamientos entre estados, corporaciones y actores no estatales que dominan las armas del presente: inteligencia artificial, ciberataques y manipulación informativa.
El ejercicio avanza en cinco fases escalonadas, que simulan desde intrusiones menores hasta un colapso sistémico, como el hackeo de infraestructuras críticas. La misión es clara: entrenar la capacidad de reacción, coordinación y toma de decisiones en tiempo real, como si se tratara de un conflicto verdadero.
“La amenaza cibernética no es futurista. Es ahora”, afirmó la ministra de defensa Adriana Delpiano, subrayando que este tipo de entrenamientos son fundamentales para un país que ya forma parte del tablero digital global.
Con equipos de ciberdefensa especializados en cada una de las ramas de las Fuerzas Armadas, el objetivo de “Escudo Cibernético” no es solo testear capacidades, sino también identificar brechas, afinar protocolos y mejorar la coordinación interinstitucional. En palabras simples: aprender a responder antes de que sea demasiado tarde.
La ministra señaló que “los conflictos evolucionaron. Hoy enfrentamos guerras híbridas donde los sistemas digitales son objetivos militares”.
Lo público y lo privado, en la misma trinchera
Una señal del enfoque estratégico de esta edición es la inclusión del sector privado como observador clave. Estuvieron presentes representantes de Chile Telcos, ACTI y la Alianza Chilena de Ciberseguridad, con un rol fundamental: entender el funcionamiento del ecosistema nacional de ciberdefensa y alinear estrategias.
La infraestructura digital de un país no está solo en manos del Estado. La colaboración con las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones es parte del tejido de seguridad. Aquí, el enemigo no distingue entre civil o militar.
Escudo Cibernético no es un ejercicio aislado, sino parte de una política más amplia que busca tecnologizar y modernizar a las Fuerzas Armadas. El Ejército trabaja en Ciberlab, en conjunto con la Universidad Católica, mientras la Fuerza Aérea ultima los detalles del Centro Espacial Nacional, un hito en la soberanía satelital de Chile.
Por su parte, la Armada empuja la Política de Construcción Naval Nacional, fortaleciendo la autonomía industrial y tecnológica con astilleros como ASMAR, que ya ha producido el rompehielos “Almirante Viel” y construye actualmente buques multipropósito.
En conjunto, estas acciones responden a un mismo imperativo: prepararse para un futuro donde la defensa ya no solo se mide en misiles, sino en firewalls, código y algoritmos.
En un conflicto moderno, un ataque cibernético puede paralizar un país en minutos: cortar la energía, vulnerar los sistemas financieros, alterar procesos electorales o filtrar información estratégica, y si bien Chile no es un actor protagónico en los conflictos globales, tampoco es invisible. Su infraestructura crítica, su estabilidad institucional y su rol en la región lo convierten en un blanco potencial.
Chile no puede permitirse llegar tarde a la ciberdefensa. En un mundo donde la próxima guerra puede comenzar con un clic, tener un escudo digital robusto, coordinado y actualizado es tan vital como contar con tanques o aviones de combate y “Escudo Cibernético” es una herramienta para blindar el país frente a los conflictos del siglo XXI.
Tal vez te interese La Fuerza Aérea de Chile registra un impacto negativo en su operatividad debido a importantes recortes presupuestarios






