Tras un vuelo transatlántico de casi doce horas vía las Azores, los tres primeros cazas furtivos F-35A Lightning II adquiridos por Bélgica a EE.UU. aterrizaron finalmente en la Base Aérea de Florennes. Con esta incorporación de nuevas capacidades militares, Bruselas da el paso definitivo hacia la transición hacia la quinta generación de su Fuerza Aérea y refuerza su aviación de combate en el marco de la OTAN.
En julio de 2025, el Gobierno belga ratificó la compra de once F-35A adicionales, elevando a 45 el total de aviones furtivos previstos en un acuerdo originalmente firmado en 2018 por 34 unidades. Con este refuerzo, Bélgica garantiza la presencia de su flota en Florennes y Kleine-Brogel, consolida una alerta de reacción rápida permanente y mantiene una rotación de tripulaciones en Luke Air Force Base para acelerar la acreditación de pilotos, con el objetivo de certificar más de sesenta tripulantes antes de 2030.
La llegada de los F-35A también actúa como catalizador de un compromiso clave con Ucrania. A finales de 2025, Bélgica iniciará la transferencia de treinta F-16 Fighting Falcon a la Fuerza Aérea ucraniana, cumpliendo así con su apoyo al país ante la agresión en curso. Este relevo operativo permitirá sostener la misión de la OTAN en el flanco oriental mientras refuerza la defensa ucraniana con aviones, repuestos y adiestramiento completo.
Para preparar la llegada de estas aeronaves, la Base Aérea de Florennes concluyó un ambicioso programa de modernización que incluyó la construcción de hangares especializados, talleres de mantenimiento con equipamiento de última generación y la puesta en marcha de un intenso programa de formación en Estados Unidos, destinado a pilotos y técnicos belgas.
Durante la ceremonia de recepción, el jefe de Defensa, general piloto Thierry Vansina, destacó que “hoy escribimos historia” al incorporar un caza de quinta generación. El comandante del Primer Escuadrón, conocido como ‘Cortex’, subrayó que el F-35A aporta capacidades ‘stealth’ y de integración de sistemas de sensores inigualables, convirtiéndose en la pieza angular de la defensa aérea nacional y aliada en el marco de la OTAN.
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