En el marco de la convención de la Asociación del Ejército de Estados Unidos (AUSA 2025), la compañía Echodyne presentó sus sistemas de radar especializados para la lucha contra drones (Counter-UAS), enfocados proveer alta precisión geométrica y la viabilidad económica para la intercepción de amenazas aéreas no tripuladas. Zona Militar ha examinado la propuesta de la compañía, que se posiciona en el mercado global con sus radares EchoShield y EchoGuard, sistemas diseñados para generar datos accionables bajo una clasificación comercial libre de las complejas regulaciones ITAR.
Echodyne fundamenta su oferta técnica en un rediseño de la antena del radar, una innovación que, según la compañía, les ha permitido obtener características de rendimiento superiores a los sistemas de barrido electrónico convencionales. El enfoque primordial es la consecución de una alta precisión angular, considerada un imperativo para las operaciones de contramedidas contra drones, ya que se requiere “saber coordenadas realmente precisas de dónde están las cosas en el espacio aéreo, ahí es donde destacamos“.

Esta necesidad de certeza se traduce en la prioridad de la compañía por ofrecer rangos de rastreo verificados, en lugar de solo rangos de detección. Según el representante: “Realmente no publicamos rangos de detección en absoluto. Publicamos rangos de rastreo. Porque una detección solo te da ansiedad. Necesitas datos accionables“. Esta filosofía garantiza que los datos entregados al operador y a los sistemas de armas se basen en un bloqueo firme del objetivo, entendiendo que “en el espacio de los drones, lo suficientemente cerca no es lo suficientemente bueno. Necesitas saber exactamente dónde está“.
Echodyne comercializa dos modelos principales, diferenciados por su alcance y aplicación táctica. El EchoShield, designado como el radar de mayor alcance y destinado a plataformas fijas y vehiculares, incluye capacidades de clasificación que permiten distinguir entre configuraciones de ala fija y multirotor. Su alta precisión de rastreo busca la eficiencia operativa: “El radar se vuelve realmente inteligente y alivia la carga de todo lo demás. Solo apuntas las ópticas cuando sabes que necesitas apuntarlas“. Por su parte, el EchoGuard, un sistema más ligero y diseñado para ser altamente móvil, está destinado a proporcionar conciencia situacional inmediata a las tropas desmontadas. Ambos sistemas son Doppler y están calibrados para rastrear eficazmente los drones que se ciernen.

Respecto a la expansión global de la compañía, esta se sustenta en una decisión de diseño estratégico clave: evitar intencionalmente la inclusión de ciertas características (como el salto de frecuencia) que clasificarían sus productos bajo la normativa ITAR (International Traffic in Arms Regulation). El resultado es un producto clasificado como comercial de doble uso (militar y civil/movilidad aérea avanzada), lo que “nos permite tener un comercio mucho más fácil externamente fuera de EE. UU.” Esta flexibilidad facilita la integración y transferencia a ejércitos aliados.
Finalmente, la estrategia operacional de Echodyne aborda de manera directa la Economía de Enfrentamiento (Engagement Economics). La empresa identifica la amenaza asimétrica de la proliferación de UAS: “El problema de los drones gira en torno a dos problemas. Uno es que los drones son un desafío, pero el otro es que también son muy baratos. Y eso es lo que llamamos economía de enfrentamiento“. La solución propuesta utiliza la alta precisión del radar para integrar los sistemas de control de fuego de las Estaciones de Armas Remotas (RWS), posibilitando el uso eficaz de municiones de ráfaga aérea de proximidad, que son intrínsecamente más económicas. Esta integración busca que la defensa sea rentable al lograr la neutralización de la amenaza con sistemas existentes y una munición de costo proporcional.
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