El futuro destructor USS Ted Stevens (DDG-128), segundo buque de la clase Arleigh Burke Flight III construido por Ingalls Shipbuilding, completó con éxito sus pruebas de mar en el Golfo de México a finales del pasado mes de septiembre. Construido en los astilleros de Pascagoula, Misisipi, el buque constituye uno de los hitos más relevantes en el proceso de modernización de la flota de superficie de la Armada de Estados Unidos (US Navy).
El Programa Flight III es la evolución más avanzada de los destructores Arleigh Burke (DDG-51), concebido para extender la vida útil de la clase y dotarla de capacidades de defensa aérea y antimisiles de última generación. Durante este año los avances del programa han estado marcados por la botadura en marzo del Jeremiah Denton (DDG-129), tercer destructor Flight III, actualmente en fase de integración de sistemas, y por la orden de construcción registrad en agosto por un destructor adicional dentro del contrato plurianual firmado en 2023 que contempla hasta 15 unidades.
En cuanto al mencionado Ted Stevens, la finalización de su prueba de mar se suma a la secuencia de hitos alcanzados durante los ensayos donde se verificaron los sistemas de propulsión, navegación, ingeniería y combate, incluyendo el radar de defensa aérea contra misiles AN/SPY-6(V)1, pieza central de la nueva configuración Flight III. Con ello, se ha logrado validar la capacidad del buque para enfrentar amenazas aéreas y balísticas en escenarios de alta exigencia y disputados.
Finalmente, podemos decir que con la entrega del Ted Stevens prevista tras las pruebas de aceptación, la Armada de EE.UU. continúa reforzando su capacidad de defensa aérea y antimisiles. La combinación de nuevas unidades Flight III y la modernización de destructores previos asegura que la clase Arleigh Burke siga siendo la columna vertebral de la flota de superficie hasta bien entrada la década de 2040.
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