En el marco de las operaciones habituales de control del espacio aéreo, aviones de ataque Embraer A-29 Super Tucano de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) interceptaron un nuevo vuelo ilegal en la región amazónica. El hecho ocurrió el 10 de septiembre y vuelve a poner en primer plano la actividad de vigilancia sobre las fronteras del país, escenario frecuente de incursiones aéreas vinculadas a delitos transnacionales.
El episodio se inició cuando los radares del Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE) detectaron el ingreso de una aeronave bimotor procedente de Venezuela, que había penetrado sin autorización en el espacio aéreo brasileño. Tras la alerta, los A-29 Super Tucano fueron desplegados y ejecutaron los procedimientos de interceptación previstos por el Sistema de Defensa Aeroespacial. Al desoír las órdenes de la defensa aérea, el piloto precipitó el avión sobre la represa de Balbina, en el estado de Amazonas.

Con la aeronave fuera de vuelo, la operación continuó en tierra bajo la responsabilidad de la Policía Federal. A través de las Medidas de Control en el Suelo (MCS), los agentes lograron incautar aproximadamente 380 kilogramos de marihuana que se encontraban en la carga. La acción volvió a evidenciar la coordinación entre la FAB y las fuerzas de seguridad en la lucha contra el tráfico aéreo irregular en la Amazonía.
El procedimiento formó parte de la Operación Ágata Ostium, integrada al Programa de Protección de Fronteras (PPIF), que busca reforzar el control en áreas críticas mediante la cooperación entre las Fuerzas Armadas y organismos policiales. Estas misiones se enfocan tanto en combatir actividades ilícitas como en asegurar la integridad del espacio aéreo, un desafío complejo en una región extensa y de difícil acceso.

Los antecedentes recientes demuestran que no se trata de un caso aislado. Durante 2025, la FAB ya había informado sobre varias interceptaciones realizadas con Super Tucano: en mayo y junio contra vuelos irregulares en la Amazonía, y en julio, durante la Cumbre del BRICS en Río de Janeiro, contra tres aeronaves que violaron el espacio aéreo restringido del evento. Estos hechos reflejan el papel de los A-29 como un elemento clave de disuasión frente a las incursiones ilegales.
Con esta sucesión de operaciones, Brasil consolida un esquema que combina detección temprana, capacidad de reacción aérea y coordinación interinstitucional. La continuidad de los incidentes evidencia la magnitud del problema, pero también la voluntad del Estado en responder con firmeza. El Super Tucano, con experiencia probada en distintos escenarios internacionales, reafirma así su importancia para la vigilancia de fronteras y la protección de un espacio estratégico como lo es la Amazonía.
*Créditos de las imágenes: Fuerza Aérea Brasileña.-
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