La Armada de Taiwán ha incluido en su presupuesto para el año 2026 el financiamiento para el diseño de una fragata pesada de 6.000 toneladas de desplazamiento, en el marco de los planes de modernización de su flota de superficie. El proyecto está estimado en NT$142,03 millones (US$4,4 millones) y será encargado a institutos locales con experiencia en diseño naval. Según la información difundida, el programa contempla la elaboración de planos de referencia, especificaciones de construcción y la realización de pruebas de modelos a escala en laboratorios extranjeros especializados para validar y optimizar el diseño.

La Armada de Taiwán señaló que, en respuesta a las amenazas militares de China y las disputas marítimas en los mares de China Oriental y Meridional, “es necesario desarrollar fragatas de 6.000 toneladas”. Teniendo en cuenta que este comunicado por parte tuvo lugar en los últimos días del pasado mes de agosto, a estas amenazas hay que sumarle el desfile militar llevado a cabo por China el día 3 de septiembre conmemorando el aniversario número 80 del Día de la Victoria sobre el Imperio de Japón.

A su vez, indicaron que estas unidades tendrán como misiones principales el adiestramiento en alta mar, la escolta de operaciones de reabastecimiento en el mar y la protección de las líneas de comunicación y reabastecimiento marítimas, incrementando así la flexibilidad de despliegue de la fuerza naval.

Relevancia de la nueva fragata y análisis geopolítico

Esta última cuestión de la protección de las líneas de comunicación y reabastecimiento no es un objetivo menor o secundario, ya que la economía taiwanesa depende en un 61% de sus importaciones y un 69% de sus exportaciones. Destacando también que la energía consumida por el país depende en gran medida de estas importaciones: petróleo (44%), carbón (29%) y gas (20%). Dicho de otra forma, la economía de Taiwán es sumamente frágil y dependiente del exterior.

Esta situación es bien conocida por China, y el Instituto de Ciencias Aeroespaciales Chinas ha publicado un documento que propone una acción para socavar al enemigo sin necesidad de invadirlo: La campaña de bloqueo conjunto es una campaña ofensiva que se lleva a cabo por grandes formaciones de campaña de la Armada, la Fuerza Aérea, la Segunda Artillería y el Ejército con los esfuerzos concertados de asistencia de la fuerza policial armada y la milicia, y se lleva a cabo bajo intención y mando unificados, con el fin de cortar las conexiones económicas y militares del enemigo con el mundo exterior.

Por esta razón, la protección de la logística para mantener vigentes las comunicaciones y el reabastecimiento de insumos, para Taiwán es crucial. Teniendo en consideración que el país concentra principalmente su comercio exterior en el puerto de Kaohsiung, al sur de la isla.

Modernización de la flota de superficie

El desarrollo de esta nueva fragata (recordando que es el diseño de un prototipo hasta el momento) se suma a diversos programas de modernización emprendidos por la Armada de Taiwán en los últimos años.

En noviembre de 2024 comenzó en el astillero Jong Shyn Shipbuilding Group la construcción de la primera fragata ligera de defensa aérea. Esta embarcación forma parte del plan de construcción de capacidades lanzado en 2016, que inicialmente contemplaba un buque de 4.500 toneladas, pero que finalmente derivó en dos variantes de aproximadamente 2.500 toneladas: una de defensa aérea y otra antisubmarina.

Ambos prototipos tienen 101 metros de eslora y estarán equipados con el sistema de gestión de combate CMS-330 de Lockheed Martin Canada, además de cañones STRALES de 76 mm de OTO Melera con munición DART. La construcción de la versión antisubmarina se inició en enero de 2024.

Posteriormente, en julio de 2025, la Armada inició las pruebas de mar de la fragata ROCS Chengde (1208), primera unidad de la clase Kang Ding (basada en el diseño francés La Fayette) en someterse a una modernización integral.

El proceso, iniciado a fines de 2023, incluyó la incorporación del radar de vigilancia Tipo 997 y del sistema de lanzamiento vertical de misiles (VLS) Huayang. Este último reemplazó al lanzador cuádruple Sea Chaparral original, permitiendo alojar hasta 32 misiles antiaéreos Sea Sword II (Hai Chien II). La modernización de la Chengde concluirá a fines de 2025, mientras que las otras cinco fragatas de la clase serán actualizadas entre 2026 y 2031, a razón de una por año.

En paralelo, la Armada comenzó a retirar del servicio a sus fragatas más antiguas. En enero de 2025 se anunció la baja de la ROCS Lan Yang (FFG-935), ex USS Joseph Hewes (FF-1078), tras casi tres décadas de servicio. Esta unidad, parte de la clase Chi Yang (denominación taiwanesa para las ex fragatas Knox transferidas por Estados Unidos en los años 90), será empleada como buque objetivo tras la remoción de sus sistemas.

La Lan Yang se suma a las fragatas Chi Yang (FFG-932) y Hai Yang (FFG-936), dadas de baja en 2015 luego de la incorporación de dos unidades clase Oliver Hazard Perry. Aún no hay información oficial sobre el calendario de retiro de las cinco fragatas restantes de la clase.

Situación actual de la Armada de Taiwán

Actualmente, la Armada de Taiwán dispone de una flota de superficie compuesta por 26 buques: cuatro destructores de la clase Kee Lung, diez fragatas de la clase Cheng Kung, seis fragatas de la clase Kang Ding y seis fragatas de la clase Chi Yang. La incorporación de nuevas fragatas ligeras y pesadas, junto con la modernización de unidades existentes, busca asegurar la capacidad de la fuerza naval para enfrentar los crecientes desafíos en la región.

Ondando más en profundidad, la Armada del país insular también cuenta con 5 submarinos, 2 de ellos son de la clase Zwaardis (ahora renombrados como clase Hai Lung) que datan de la década de 1960, los 2 son de la clase Tench (ahora renombrados como clase Hai-Shih) y fueron construidos tras las finalización de la segunda guerra mundial, por lo que ya no tienen la tecnología para afontar los desafíos del siglo XXI. El submarino restante, es hasta el momento un prototipo bautizado como “clase Hai Kun”, que recién en el mes de junio de este año se autorizó finalmente la construcción de dos unidades.

Como conclusión, Taiwán tiene un desafío monumental en cuanto a la modernización de su Armada, tanto para contrarrestar las amenazas de China como también para asegurarse la continua e ininterrumpida comunicación y comercio con el exterior.

*Imágenes a modo ilustrativo.

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