El Ministerio de Defensa del Reino Unido anunció el lanzamiento del Proyecto ATTILA, una iniciativa destinada a transformar los vehículos blindados de combate de infantería Warrior (IFV) del Ejército en sistemas no tripulados de zapadores. El objetivo es desarrollar una capacidad de apertura de brechas en campos minados mediante plataformas opcionalmente tripuladas, que puedan operar tanto en territorio nacional como en el extranjero bajo el mando de unidades de ingenieros reales.
Según la documentación oficial, el contrato tendrá un valor estimado de 15 millones de libras esterlinas (incluido el IVA) y se extenderá inicialmente entre el 1 de enero de 2026 y el 31 de marzo de 2028, con la posibilidad de prórroga hasta marzo de 2029.

El proyecto contempla dos fases principales:
- Fase 1: adquisición de hasta seis sistemas basados en vehículos Warrior en servicio, equipados con dispositivos frontales de ingeniería para su empleo como capacidad de apertura de brechas a nivel de grupo de batalla.
- Fase 2: desarrollo progresivo de estos sistemas para pasar de la operación remota a la operación autónoma, afinando los requisitos para futuras adquisiciones de vehículos terrestres no tripulados (UGV).
El procedimiento de selección será competitivo y flexible. Los proveedores interesados deberán registrarse en el Defence Sourcing Portal y garantizar la entrega de los sistemas de la primera fase en los plazos establecidos para poder acceder a la etapa de licitación. La fecha límite para presentar solicitudes de participación será el 26 de septiembre de 2025, y la adjudicación se prevé para el 18 de noviembre de 2025.

El Warrior, base del nuevo sistema
El Warrior IFV entró en servicio en 1988 y ha formado parte de diferentes campañas, incluyendo la Guerra del Golfo, Bosnia, Kosovo e Irak. Diseñado para operar junto a los tanques de batalla Challenger 2, combina movilidad, blindaje y potencia de fuego.
El vehículo, fabricado por BAE Systems, cuenta con una tripulación de tres personas y capacidad para transportar a siete soldados adicionales. Está equipado con un cañón Rarden de 30 mm, una ametralladora de 7,62 mm y la posibilidad de portar cohetes antiblindaje. Sus variantes incluyen vehículos de puesto de mando, observación de artillería, así como unidades de recuperación y reparación.
La conversión de este modelo en un vehículo no tripulado de zapadores busca aprovechar su robustez y versatilidad, adaptándolo a las nuevas demandas de operaciones en entornos con presencia de minas y explosivos improvisados.
*Imagen de portada obtenida del Ministerio de Defensa Británico.
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