Durante el curso del día de hoy, el Ministerio de Defensa de Australia ha comunicado de forma oficial que seleccionó la propuesta japonesa para equipar a su Armada con las nuevas fragatas furtivas clase Mogami, representando ello un importante paso para el programa de modernización y ampliación de la flota de superficie de la fuerza. Particularmente, se afirmó que el proceso de selección fue completado antes de lo previsto por los cronogramas estipulados, dando cuenta de la necesidad de avanzar rápidamente con las adquisiciones para mantener a la institución equipada para los desafíos actuales.
Recogiendo algunas declaraciones oficiales, podemos destacar las pronunciadas por el viceprimer ministro Richard Marles, quién manifestaba: “La fragata clase Mogami mejorada ayudará a asegurar nuestras rutas comerciales marítimas y nuestros accesos al norte como parte de una flota de combate de superficie naval más grande y más letal (…) Agradecemos tanto a Mitsubishi Heavy Industries como a Thyssenkrupp Marine Systems, así como a los gobiernos de Japón y Alemania, por su dedicación y cooperación durante todo este proceso de adquisición.”

Por su parte el ministro de industria de defensa, Pat Conroy, expresaba: “Hoy estamos dando otro paso hacia la creación de una Armada mucho más grande y letal, con fragatas furtivas que tranquilizarán a nuestros aliados y disuadirá a nuestros adversarios (…) Esto permitirá que nuestras fragatas de propósito general pasen de poder disparar 32 misiles de defensa aérea a 128 misiles, lo que brindará a nuestros marineros las armas y los sistemas de combate de última generación que necesitan para prevalecer en un entorno cada vez más complejo.”
Ampliando en detalles, cabe recordar que esta decisión implica que la propuesta japonesa presentada de la mano con la empresa Mitsubishi Heavy Industries, venció a una alternativa alemana por fragatas MEKO A-200 que fue ofrecida desde Thyssenkrupp Marine Systems. De cara al futuro cercano, Canberra deberá avanzar en la siguiente etapa de las negociaciones con Tokio para poder firmar contratos comerciales vinculantes durante 2026, previendo la entrega de la primera nave en 2029; misma que estaría operativa en 2030, años antes de lo originalmente planeado.

En función de ello, la Armada australiana podrá finalmente concretar el retiro de sus más antiguas fragatas de la clase Anzac, sustituyéndolas por naves con capacidades avanzadas de defensa aérea y antisubmarina. En paralelo, ha de mencionarse que la fuerza se encuentra en camino de modernizar las capacidades de sus destructores clase Hobart, además de concretar adquisiciones de misiles de diverso tipo para equiparlas.
Resulta importante destacar además, que la selección de la propuesta japonesa también se traducirá en un importante impulso para la industria naval australiana, especialmente, para las instalaciones situadas en la ciudad de Henderson. Acorde fue reportado en ocasiones anteriores, esto fue uno de los factores más importantes para endulzar la oferta por fragatas Mogami, en línea con los planes gubernamentales de crear hasta 10.000 puestos de empleo en Australia asociados a la industria de defensa, para lo cuál se invertirán miles de millones de dólares a lo largo de las próximas dos décadas.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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