En la Operación Neptuno “Batalla de Sabanilla”, realizada en Colombia por la Armada de la República a través de la Fuerza Naval del Caribe, se ejecutaron una serie de ejercicios navales y operaciones militares con el objetivo de integrar capacidades, potenciar la interoperabilidad entre componentes navales, fluviales, terrestres y aéreos, promover el intercambio de habilidades y fortalecer la capacidad de reacción. Todo ello, junto a la integración de nuevas tecnologías, el empleo táctico de plataformas tecnológicas no tripuladas y sensores avanzados, dentro de la estrategia de defensa y seguridad nacional y de la región Caribe.

A lo largo de la operación se involucraron unidades de superficie, submarinas, aéreas y de Infantería de Marina: las fragatas misileras ARC Almirante Padilla, ARC Caldas y ARC Independiente; los submarinos oceánicos ARC Tayrona y ARC Indomable; la patrullera oceánica ARC 20 de Julio; las patrulleras de costa ARC Punta Espada y ARC José María Toledo; el buque de investigación científica marina ARC Simón Bolívar; los buques oceanográficos ARC Caribe y ARC Roncador; además de dos helicópteros navalizados, un avión patrullero marítimo, patrullas logísticas de combate (PLC) y dos aviones de combate Super Tucano de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), con más de 1.700 efectivos desplegados en escenarios de combate naval, operaciones anfibias, fluviales y defensa del litoral.
Los ejercicios se desarrollaron en tres etapas, abarcando maniobras en escenarios de combate naval, operaciones anfibias, fluviales, defensa del litoral, maniobras en aguas profundas, submarinas, disparos con armas navales, incorporación e inserción de fuerzas especiales navales mediante medios helicoportados y botes rápidos, así como formación táctica y defensiva de unidades. En la etapa de respuesta a ataques simulados y defensa antiaérea, se efectuó el disparo de un misil Mistral desde una fragata, en un ejercicio donde dos aviones Super Tucano de la FAC simularon ser aeronaves de asalto. La amenaza fue detectada desde la fragata y se lanzó el misil hacia un blanco simulado con bengalas, complementando la acción con disparos desde cañones navales de 40 y 76 milímetros.


Durante la etapa de entrenamiento fluvial y anfibio, se llevó a cabo la integración logística y operativa en la Base de Entrenamiento de Infantería de Marina del Comando de Fuerzas Especiales Navales. Participaron también la Brigada de Apoyo a las Operaciones Anfibias, el Batallón de Desminado e Ingenieros Anfibios y la Brigada de Infantería de Marina No. 1. En el marco de la etapa “Defensa de litoral”, desde vehículos tácticos de la Infantería de Marina se realizó el primer lanzamiento terrestre de un misil antiaéreo Mistral II de alta maniobrabilidad, demostrando así la capacidad de uso de plataformas como los vehículos HMMWV, previamente exhibidos en el desfile del 20 de julio del año 2017.
El almirante Juan Ricardo Rozo, comandante de la Armada Nacional, declaró sobre el ejercicio: “…nos demuestra las capacidades que tiene la fragata para su defensa, para su protección y también para el ataque en caso de que se requiera la protección de otra unidad…”.

La Operación Neptuno V evidencia la habilidad operativa de la Armada de Colombia, la colaboración entre las distintas fuerzas militares, el progreso tecnológico, la preparación, la capacidad de despliegue y el control que poseen las fuerzas para salvaguardar la vida humana y promover la seguridad en el país y en la región del Caribe.
*Fotografías: Armada Nacional de Colombia.
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