Frente a un escenario de importantes retrasos y dificultades para llevar a cabo la construcción de las nuevas fragatas F126 para la Armada de Alemania, mismas que también se conocen como la clase Niedersachsen, han empezado a surgir los primeros pedidos en de la Comisión de Defensa del Bundestag (parlamento alemán) para cancelar el programa. Se trata de problemáticas ya denotadas por diversos informes desde el año pasado, tal y como ha quedado reflejado en el 19.º Informe de Armamento publicado por la cartera de defensa a principios del 2024, aunque este planteaba la existencia de posibilidades para rescatarlo con mayores inversiones.
Ampliando en detalles sobre la cuestión, los reportes locales indican que la principal dificultad que el programa de las nuevas fragatas F126 estaría enfrentando se halla en las interfaces informáticas del software de diseño del astillero neerlandés Damen, aquel encargado de la fabricación de los buques. Como era de esperarse, esto también ha tenido un impacto considerable en los trabajos que se realizan a través de subcontratistas alemanes, poniendo en jaque la fecha de entrega prevista para el año 2028.
Por otra parte, ante la posibilidad de realizar mayores inversiones para solventar estos problemas y poder retomar el programa, la ya mencionada Comisión de Defensa se mostraría reticente a avanzar con ello. Citando un ejemplo ilustrativo de esto, podemos aludir al responsable de asuntos navales de la comisión por parte de la Unión Demócrata Cristiana, Bastian Ernst, quién manifestaba: “No deberíamos intentar mantener el proyecto con más dinero.” Afirmó además, que de los 320 millones de euros adicionales que fueron invertidos durante el año pasado, aún no se han observado transferencias hacia los diversos subcontratistas que forman parte del proceso productivo.
Desde el Ministerio de Defensa teutón, la postura aún es favorable a sostener la construcción de las F126, asumiendo los retrasos que en la actualidad se estiman para la entrega de la primera fragata. En ese sentido, el consenso de analistas y de la industria gira en torno a un período de 48 meses más, una problemática grave considerando la creciente amenaza rusa; a partir de la cuál se buscó construir con mayor premura la nueva clase Niedersachsen. Lejos de contar aún con una confirmación oficial respecto de cuál será el camino a seguir, el propio Ernst ha solicitado que los astilleros alemanes presenten un “plan B” en caso de ser posible para evitar perder por completo lo invertido, aprovechando que ya contaban con una importante participación en la construcción a fines de lograr la meta de un 70% de valor agregado alemán en los buques.
Otra de las posibilidades actualmente en consideración, sería que el gobierno de los Países Bajos decida avanzar con un paquete de apoyo financiero para que Damen fortalezca sus capacidades, esto de cara al programa de modernización propio que busca llevar a cabo la Armada del país. Considerando que la compañía enfrenta dificultades para obtener financiación, a causa justamente del esquema que plantea pagos en función de hitos logrados en la construcción de las F126 que se encuentra retrasada, esto podría facilitar una resolución de los problemas que enfrenta el programa.
Independientemente del camino a seguir por el cuál opte el gobierno alemán, resulta de utilidad pasar revista brevemente por las características que se esperaban para las nuevas F126, clase que se compondrían por un total de seis buques. Hablamos de naves con una eslora de 167 metros y 21 metros de manga, conteniendo dentro de las mismas las 10.000 toneladas que desplaza cada una de ellas, además de los 125 tripulantes necesarios para operarla. En términos de sus funciones, la clase Niedersachsen se presentaba como capaz de realizar tareas de vigilancia marítima, el apoyo a operaciones especiales y la participación en operativos de evacuación; se destacaban además por la posibilidad de integrar módulos de misión específicos según se requiera.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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