Tras pasar mas de 238 días en altamar desde su partida de su puerto base en San Diego, el Grupo de Ataque del portaaviones nuclear USS Carl Vinson se encuentra regresando a Estados Unidos a través del Océano Índico, cerrando así el que se constituye como uno de los despliegues mas largos de un buque de la clase Nimitz con base en la costa oeste del país. Durante los últimos tres meses, el portaaviones y su escolta habían fortalecido la presencia de la Armada estadounidense en Medio Oriente, donde se busca contrarrestar el impacto de los ataques realizados por los rebeldes hutíes contra el comercio naval que transita por la región desde 2023.
Cabe recordar en este punto que el USS Carl Vinson, junto al crucero clase Ticonderoga USS Princeton (CG-59) y el destructor clase Arleigh Burke USS Sterett (DDG-104), arribaron a la zona abarcada por el Comando Central de EE.UU. (CENTCOM) el pasado mes de abril tras llevar a cabo una visita a la estratégica base de Guam a finales de marzo. Su traslado hacia aguas del Mar Arábigo desde el Indo-Pacífico, según se afirma en diversos informes de medios estadounidenses, respondía a los aumentos de tensiones regionales entre Israel e Irán, para las cuáles ya también se había desplegado al portaaviones USS Nimitz junto a su propio Grupo de Ataque.
Sumado a la presencia de estos medios en la región, la Armada de EE.UU. también sostuvo el despliegue de dos destructores de forma independiente en el Mar Rojo, tratándose específicamente de los USS Forrest Sherman (DDG-98) y el USS Truxtun (DDG-103). A la par que esto ocurría, la institución también mantenía a cinco destructores adicionales a disposición del CENTCOM en el Mar Mediterráneo con el fin de contribuir a la intercepción de misiles y drones lanzados contra territorio israelí, presencia que en las últimas semanas también se ha ido reduciendo; a fechas actuales sólo queda desplegado el USS Arleigh Burke (DDG-51).
Resulta útil plantear en ese sentido, que tras el bombardeo a las principales instalaciones nucleares iraníes con bombarderos B-2, los renovados ataques hutíes son considerados por los analistas como intentos de Teherán por demostrar que aún tiene influencia regional suficiente como para seguir presionando a Israel en medio de sus negociaciones con el grupo terrorista Hamás por una tregua. Entre los antecedentes mas recientes, cabe mencionar el asalto al buque MV Magic Seas de bandera liberiana durante el pasado 6 de julio, empleando para ello misiles, drones y pequeñas embarcaciones. Tan sólo un día después, los rebeldes llevaron un largo ataque contra el barco MV Eternity C arguyendo que violó el límite de no atracar en puertos israelíes; dejando un saldo de cuatro muertos en la tripulación y varios desaparecidos.
*Imagen de portada: suboficial de segunda clase Nathan Jordan
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El USS Carl Vinson vuelve porque perdió la contienda. No logró quebar el bloqueo naval.
“Israel’s Eilat Port to shut down operations on July 20 amid debt crisis”
La utilidad de estos medios es cada vez más discutible en la guerra moderna. Además, la clase Ford enfrenta problemas, por lo que la clase Nimitz tendrá que estender su tiempo de servicio.