Como parte de los esfuerzos para el fortalecimiento de su presencia en Corea del Sur, cazas F-16 modernizados de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), provenientes de Japón, arribaron recientemente a la Base Aérea Osan, ubicada al suroeste de la ciudad del mismo nombre y a casi 65 kilómetros al sur de Seúl, capital del país. El reciente despliegue también ha sido destacado por las autoridades, ya que estos Vipers han recibido diversas actualizaciones como parte de la modernización de la flota estadounidense correspondiente a los Bloques 40 y 50, buscando garantizar su operatividad hasta la década de 2040.

Según lo comunicado oficialmente, los cazas F-16 mejorados que arribaron entre los días 26 y 27 de junio a la Base Aérea Osan, con el objetivo de integrarse al Ala de Caza N.º 51, fueron transferidos desde el Ala de Caza N.º 35 en la Base Aérea de Misawa, Japón.

El final de los A-10 en Corea del Sur se enmarca, a su vez, en la decisión general de la USAF de adelantar su retiro para el año 2026, según se desprende de las últimas presentaciones y proyectos presupuestarios elevados al Congreso estadounidense.
Esta situación ha dado lugar a varias iniciativas, entre las que destaca la conformación de los denominados “Super Escuadrones” de F-16, los cuales operarán desde la Base Aérea Osan. Este plan, tal y como fuera anunciado por las máximas autoridades de la USAF, ya se encuentra en marcha con la creación del primer escuadrón integrado por 31 aviones de combate F-16. Englobado dentro de la Fase I, comprende el redespliegue a Osan, por el plazo de un año, de aeronaves provenientes de los escuadrones 35.º y 80.º de cazas de la Base Aérea de Kunsan, las cuales fueron incorporadas temporalmente al 36.º Escuadrón de Cazas.
Así lo expresó el teniente general David Iverson, comandante de la Séptima Fuerza Aérea: “Los datos de los últimos meses revelan que estamos en el camino correcto y que la unidad consolidada y más grande ha mostrado ciertos aumentos en preparación y capacidad de combate, aunque también ha expuesto algunos desafíos”. Y añadió: “Con este éxito, ahora estamos ampliando el alcance, consolidando los F-16 de la Séptima Fuerza Aérea en Osan, para determinar aún más si el modelo del superescuadrón es el camino adecuado para la generación de poder aéreo en el futuro aquí en Corea”.
Por su parte, los F-16 recientemente llegados a la Base Aérea Osan, provenientes de Misawa, “…recibieron una serie de mejoras en sus sistemas de aviónica, acercándolos a las capacidades de quinta generación. Estas mejoras aumentan tanto la supervivencia como la precisión y efectividad en combate del sistema de armas”.

Si bien el comunicado oficial no lo menciona explícitamente, se trataría de aeronaves correspondientes a los Bloques 40 y 50 que están siendo sometidas al denominado programa Equipo de Integración Posterior al Bloque (PoBIT, por sus siglas en inglés), el cual tiene como objetivo asegurar su operatividad y capacidades hasta la década de 2040.
Para alcanzar ese objetivo, los F-16 incluidos en el programa son equipados con nuevos sistemas de radar, además de recibir actualizaciones en los sistemas informáticos y de guerra electrónica. En este punto destaca la instalación e integración del nuevo radar APG-83 Scalable Agile Beam Radar (SABR).

Asimismo, además de las actualizaciones —que comprenden un total de 22 ítems—, las células de los aviones seleccionados también son sometidas a un programa de extensión de vida útil (SLEP, por sus siglas en inglés), que prolonga la vida útil de los fuselajes de 8.000 a 12.000 horas de vuelo.
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