El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha decidido suspender parcialmente los envíos de misiles antiaéreos y otras municiones de precisión a las Fuerzas Armadas de Ucrania, debido a una creciente preocupación por la disminución crítica de sus propias reservas estratégicas. Esta situación podría disminuir la cantidad de misiles MIM-104 PAC-3 (Sistema Patriot), los AIM-120 AMRAAM (Sistema NASAMS) y FIM-92 Stinger (Sistema Avenger).

La medida, impulsada por el jefe de políticas del Pentágono, Elbridge Colby, surgió tras una revisión interna del estado de los arsenales norteamericanos, lo que reveló niveles preocupantemente bajos de proyectiles de artillería, misiles antiaéreos y otras armas clave.

Aunque la decisión fue adoptada a principios de junio, comienza a hacerse efectiva en un momento particularmente delicado, justo cuando Ucrania enfrenta una de las mayores ofensivas aéreas rusas desde el inicio del conflicto, con cientos de drones y misiles dirigidos a zonas civiles de Kiev y otras ciudades. De los 477 vehículos aéreos no tripulados y 60 misiles lanzados por Rusia en su último ataque, se reporta que 249 fueron derribados y otros 226 neutralizados por interferencia electrónica.

MIM-104 PAC-3 (Sistema Patriot)

La Casa Blanca, a través de la viceportavoz Anna Kelly, justificó la medida señalando que se trata de una decisión basada en los intereses nacionales estadounidenses: “La fortaleza de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos sigue siendo incuestionable —solo hay que preguntarle a Irán—”, afirmó en una declaración oficial.

La pausa en los envíos ha generado preocupación entre aliados de Ucrania en el Congreso estadounidense. “Los sistemas de defensa aérea fabricados en EE.UU., incluido el sistema Patriot, son el núcleo de la defensa ucraniana… Salvan vidas todos los días”, declaró la congresista demócrata Marcy Kaptur. “Si esta información se confirma, el señor Colby está tomando una medida que inevitablemente provocará la muerte de militares y civiles ucranianos”.

La ayuda militar estadounidense a Ucrania ha provenido de dos fuentes: por un lado, la reducción de reservas actuales del Pentágono —compensadas con fondos para reponerlas—, y por otro, compras financiadas a la industria armamentista a través de la Ukraine Security Assistance Initiative (USAI). Según fuentes oficiales, los fondos del USAI fueron completamente comprometidos durante la administración Biden, mientras que los remanentes de ayuda aprobada aún están siendo utilizados por el actual gobierno de Trump, sin que hasta el momento se haya solicitado nueva asistencia al Congreso.

AIM-120 AMRAAM (Sistema NASAMS)

Desde febrero, el Pentágono ha venido clasificando las municiones en función de su criticidad, dada la creciente demanda también en otros escenarios, como Yemen. Planes internos contemplaban redirigir proyectiles clave —incluyendo municiones de artillería, tanques y sistemas antiaéreos— de regreso al territorio estadounidense o hacia Israel. No obstante, el memorando con dicha instrucción permaneció sin firmar en el escritorio del secretario de Defensa, Pete Hegseth, debido a la inestabilidad en el equipo del Departamento.

La suspensión recuerda a la polémica de 2019, cuando durante su primera presidencia, Donald Trump congeló 214 millones de dólares en asistencia militar ya aprobada para Ucrania. En aquella ocasión, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés) consideró que la medida violaba la Ley de Control de Empoderamiento.

Expertos en defensa advierten que la decisión actual podría dejar a Ucrania aún más expuesta ante los bombardeos rusos. “La defensa aérea no te garantiza ganar una guerra, pero su ausencia sí puede hacerte perderla rápidamente”, alertó Tom Karako, especialista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). El analista subrayó que, si bien el Ejército estadounidense ha cuadruplicado silenciosamente sus pedidos de interceptores Patriot MSE, aumentar la producción tomará tiempo. “No se puede simplemente apretar un botón”, afirmó.

FIM-92 Stinger (Sistema Avenger)

Mientras tanto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski continúa apelando al apoyo occidental. En su reciente encuentro con Trump durante la cumbre de la OTAN en Países Bajos, el mandatario norteamericano no descartó completamente nuevos envíos: “Ellos realmente necesitan esos misiles antimisiles, como los llaman. Vamos a ver si podemos hacer disponibles algunos”, sostuvo Trump en conferencia de prensa. Sin embargo, no hay garantías concretas por el momento.

El panorama, cada vez más incierto, reaviva temores en Kiev y entre sus aliados de que Estados Unidos esté reduciendo progresivamente su compromiso con la defensa ucraniana en un momento crítico del conflicto.

Imágenes a modo ilustrativo.

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