A inicios de este mes, la Fuerza Aérea de EE.UU. ha develado a su nuevo misil de crucero nuclear AGM-181A Long-Range Standoff (LRSO) que equipará a sus futuros bombarderos furtivos B-21 Raider, permitiéndole a la institución avanzar en el reemplazo de los mas antiguos AGM-86B Air Launched Cruise Missile (ALCM). Para la fuerza, se trata de un programa clave en el marco de la amplia modernización de sus capacidades de disuasión nuclear, y a su vez, de una capacidad considerada crítica para la mencionada aeronave que también es capaz de portar las bombas B61-12 y B61-13.

Cabe destacar, que la imagen publicada por la Fuerza Aérea estadounidense el pasado 2 de junio es la primera dada a conocer al público desde el inicio del programa LRSO, aunque se trata de una renderización digital que probablemente no revela todos los detalles del arma por razonables motivos de seguridad. Acorde puede observarse estamos frente a un misil con forma trapezoidal, de alas plegables al igual que su predecesor, y además, con una cola vertical dispuesta en la parte inferior que se suma a dos horizontales inclinadas ligeramente. Resalta, sin embargo, la falta de algún tipo de toma de aire presente en el diseño, mas aún considerando que se espera que sea un misil subsónico que parta de diseños recientes de la agencia DARPA enmarcados dentro del programa HAWC.
A grandes rasgos, la institución presenta al nuevo LRSO como un misil de largo alcance pensado especialmente para que sea capaz de cumplir su misión incluso en entornos altamente cargados por sistemas de defensa aérea del enemigo, manteniendo a la aeronave que lo despliega a una distancia segura para preservar su integridad. En ese sentido, se prevé que el armamento forme parte no sólo de los futuros aviones B-21 Raider, sino que también a los bombarderos estratégicos B-52 Stratofortress.

Repasando brevemente la historia del misil recientemente develado, podemos afirmar que se trata de un desarrollo llevado a cabo por Raytheon, contratista principal del programa que fue seleccionado en el año 2020 por la Fuerza Aérea de EE.UU. Para 2021, el LRSO ingresaba en la etapa de Ingeniería, Fabricación y Desarrollo, mientras que durante el año 2022 fue empleado en diversas pruebas de vuelo que validaron su integración con los bombarderos B-52, los procedimientos de encendido de sus motores y de sus sistemas de control.
En términos de cantidades que buscará adquirir la institución, reportes previos de medios especializados estadounidenses indican en función de documentos del Pentágono que se trataría de unos 1.020 misiles LRSO, esto a un coste unitario que en 2022 se estimaba en torno a los 14 millones de dólares; 4 millones mas que lo originalmente previsto. De confirmarse este número de misiles a ser adquiridos, la Fuerza Aérea estadounidense prácticamente duplicaría el inventario actual de los antes mencionados AGM-86B, aunque se mantiene lejos de las 1715 unidades con las que contaba previo a la reducción iniciada en 2007; cuyos remanentes se retirarían para 2030.
*Créditos de la imagen de portada: Aimee Malone
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