Durante el curso del día de ayer, el Ministerio de Defensa de Japón dió a conocer dos nuevos casos de maniobras de intercepción peligrosas realizadas por un caza chino J-15 desplegado desde el portaaviones Shandong sobre uno de los P-3C Orión perteneciente a la Fuerza Marítima de Autodefensa, mismo que se encontraba realizando tareas de vigilancia sobre los movimientos del buque en el Pacífico. La novedad se produce en medio de alertas encendidas en Tokio y sus aliados a causa del que se configura como el primer despliegue de dos portaaviones chinos, el propio Shandong y el Liaoning, junto a sus respectivas escoltas, más allá de la llamada Primera Cadena de Islas delineadas por los EE.UU. como parte de la estrategia de contención dirigida al Gigante Asiático.

Ampliando en algunos detalles proporcionados por la cartera de defensa japonesa, fue durante el pasado día sábado cuando tuvo lugar el primero de los dos casos en cuestión, fecha en la que los J-15 chinos realizaron un seguimiento de 40 minutos sobre uno de los P-3C Orión japoneses. En las imágenes publicadas al respecto, se observa a ambas aeronaves a una distancia estimada en unos 50 metros, lo suficientemente cerca como para que se considere la existencia de un riesgo de colisión latente.
Posterior a este evento, ya pasados al día domingo, una situación similar volvió a ocurrir cuando nuevamente cazas J-15 se acercaron a interceptar a la aeronave de vigilancia nipona. Sin embargo, en esta ocasión en particular, el seguimiento no fue de 40 sino de 80 minutos e incluyó también un cruce por delante del P-3C por parte del caza a unos 900 metros de su trompa, lo cuál también se consideró una maniobra peligrosa dadas las trayectorias de las aeronaves. Al entender japonés se trató de “aproximaciones inusuales de aviones militares chinos podrían potencialmente conducir a colisiones accidentales.“

Como era de esperarse ambos acontecimientos suscitaron quejas diplomáticas por parte de Tokio hacia sus contrapartes de Pekín. Durante el día de hoy el actual secretario jefe del Gabinete, Yoshimasa Hayashi, brindó una conferencia de prensa en la que se manifestaba al respecto: “El gobierno ha expresado su seria preocupación a la parte china, incluido el embajador chino en Tokio, a través del viceministro de Asuntos Exteriores, y les ha instado firmemente a evitar que incidentes como este se repitan.” Agregando más adelante que su país continuará trabajando: “sin escatimar esfuerzos para garantizar las actividades de vigilancia y control en el espacio aéreo y las aguas que rodean a Japón con el fin de defender resueltamente las aguas territoriales, el espacio aéreo y los derechos territoriales de Japón.”
Cabe mencionarse también, que la notable diferencia de días entre que ocurrieron los hechos y la publicación de los mismos por funcionarios japoneses se debe a una decisión intencional, dado que Tokio consideró necesario contar primero con un informe completo de las maniobras que incluyera entrevistas a los pilotos y un análisis de los datos de vuelo de sus aeronaves. La cuestión no es en absoluto menor, considerando que es la tercera vez que se lanzan este tipo de acusaciones desde el año 2014, con antecedentes que fueron observados en las cercanías de las Islas Senkaku que ambos países se disputan.
*Imagen de portada: Ministerio de Defensa de Japón
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Que escolten los Orion, y, tomen las medidas oportunas si se acercan.