En el curso de esta semana, la Fuerza Aérea de EE.UU. informó que uno de sus bombarderos furtivos B-2 puso a prueba a la nueva versión de la bomba antibuque QUICKSINK, misma que se caracteriza por ser de un peso considerablemente menor que las que hasta ahora habían sido probadas en el marco del programa. Se trata de un importante proyecto para la institución, considerando que podría significarle el poder avanzar en la obtención de un nuevo armamento que requiera inversiones menores para su fabricación y que a su vez permitiría a las aeronaves de la fuerza portar un número mayor de estas, reforzando así las capacidades de respuesta rápida contra amenazas navales.

Adentrándonos en algunos de los detalles revelados por la Fuerza Aérea estadounidense, podemos afirmar que la nueva versión de la bomba QUICKSINK sería una JDAM GBU-38 de 227 kilogramos, la cuál se optimizó para su uso en los entornos mencionados; anteriormente fueron realizadas pruebas con las mismas aeronaves en cuestión pero bombas de más de 900 kilogramos. Por otra parte, si bien no se detalló en que fecha específica fueron llevados a cabo los testeos, se conoce que las mismas estuvieron a cargo del Ala 53 del Comando de Combate Aéreo, la cuál opera desde la Base Aérea de Eglin que tiene en sus cercanías al Campo de Pruebas del Golfo.

Al respecto de estas cuestiones se manifestó el comandante de dicha unidad, el coronel Dan Lehoski, afirmando: “QUICKSINK ofrece una solución asequible y revolucionaria para hundir objetivos marítimos de forma rápida y eficiente (…) La variante QUICKSINK de 226 kg del AFRL añade opciones al combatiente y mejora la flexibilidad operativa.” Por su parte el coronel Matthew Caspers, actual comandante de la Dirección de Municiones del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL), expresó: “QUICKSINK es el resultado de una colaboración conjunta que rápidamente creó un prototipo de un concepto asequible para mantener en riesgo los objetivos de superficie.”

Resulta útil recordar en ese sentido, que las pruebas previas con las bombas de 900 kilogramos ya de por sí solas representaban una alternativa considerablemente más asequibles parala fuerza que sus misiles antibuque, como puede ser el caso de sus sistemas LRASM AGM-158C. Acorde recogen medios especializados estadounidenses en base a declaraciones previas del AFRL, el precio de una bomba del programa QUICKSINK se estimaba en torno a los 200 mil dólares, mientras que los propios LRASM se sitúan en torno a los 3 millones de dólares por unidad; así y todo existía la intención de llevar el precio de las mismas a un cuarto de su coste, lo que permite entender parcialmente el motivo por el cuál se prueban bombas de menor tamaño.

Rescatando además lo mencionado inicialmente sobre la cantidad de bombas que podrían portarse en aeronaves de la institución, los reportes indican que un bombardero B-2 como el empleado en las pruebas podría cargar con hasta 80 unidades JDAM de 227 kilogramos, mientras que los cazas F-15E vistos en testeos previos podrían llevar hasta 9 bombas GBU-38. En el caso de aeronaves más pequeñas como lo es el caza F-16, la reducción del tamaño de estas bombas también podría ampliar sus capacidades de ataque a objetivos navales, lo que hasta ahora suele encargarse a dos misiles Harpoon que portan bajo sus alas; cada uno supera el millón de dólares en términos de coste.

Por último, pasando revista brevemente sobre el funcionamiento de estas bombas, tomando como base aquellas de 900 kilogramos probadas con anterioridad, podemos afirmar que se trata de municiones guiadas con un sistema de navegación inercial asistido por GPS que la lleva hasta la zona objetivo y un buscador infrarrojo que le permite identificar objetivos tras un cruce de datos con sus referencias internas ya programadas. Es este último buscador lo que permite realizar los últimos ajustes en la etapa final de la trayectoria de la bomba, apuntando específicamente a un impacto debajo de la línea de flotación del casco del buque enemigo, incluso estando dicho objetivo en pleno movimiento.

*Créditos de las imágenes: USAF

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