Prácticamente a la par que el presidente estadounidense Donald Trump cerraba su gira por Medio Oriente, la Fuerza Aérea Israelí confirmó que realizó ataques aéreos contra posiciones hutíes en Yemen, empleando para ello a sus cazabombarderos F-15 Baz. De acuerdo con lo informado por la fuerza, las operaciones tuvieron lugar el pasado viernes y fueron dirigidas específicamente contra los puertos de Hodeidah y Salif, acción que para Jerusalén fueron una respuesta a los constantes ataques con misiles y drones llevados a cabo por el grupo rebelde.
Ampliando en algunos detalles de la misión, la Fuerza Aérea Israelí habría involucrado a un total de 15 aviones de combate, entre ellos cazabombarderos F-15 Baz, aeronaves que lanzaron más de 35 municiones con el fin de destruir infraestructura de ambos puertos; también estuvieron involucrados en el ataque un número no especificado de aviones de reabastecimiento y de vigilancia. Vale destacar que en los días previos a la ofensiva, la fuerza emitió dos avisos a la población civil para evacuar las áreas aledañas a ambos puertos situados al oeste de Yemen, quedando también bajo amenaza el puerto de Ras Isa que finalmente no fue atacado.
En fechas recientes, particularmente el 6 de mayo, tanto el puerto de Hodeidah como el puerto de Salif ya habían sido atacados por las fuerzas israelíes, lo que se produjo en paralelo al ataque dirigido contra el Aeropuerto Internacional de Saná. Para las autoridades de defensa de Jerusalén: “Estos puertos se utilizan para la transferencia de armas y son otro ejemplo de la explotación cínica de la infraestructura civil por parte del régimen terrorista hutí para promover el terrorismo.”
Según estimaciones de Israel dadas a conocer tras el ataque, tomará cerca de un mes restaurar las instalaciones, lo que impedirá que buques de eslora superior a los 80 metros puedan amarrar hasta la culminación de esta reconstrucción. En el caso del mencionado Aeropuerto de Saná, las instalaciones siguen inutilizadas por el ataque, lo que en conjunto representa un importante golpe para la infraestructura yemení.
Por otra parte, resulta importante mencionar que las operaciones del pasado viernes fueron supervisadas desde un centro de comando subterráneo de la Fuerza Aérea de Israel por el actual primer ministro Benjamín Netanyahu, su ministro de Defensa Israel Katz y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, el teniente general Eyal Zamir. La cuestión no es un detalle menor considerando que una vez terminado el ataque, el ministro Katz deslizó una amenaza de muerte contra el líder hutí Abdul-Malik al-Houthi en caso de que su facción continúe con los ataques hacia Israel, mismos que iniciaron en noviembre del 2023 en apoyo del grupo terrorista Hamás.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: IAF
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