En un contexto regional marcado por crecientes tensiones geopolíticas, las Fuerzas de Autodefensa de Japón llevarán a cabo ejercicios de lanzamiento de misiles antibuque de largo alcance en su propio territorio, una decisión que representa una señal clara hacia China y Rusia, cuyos buques continúan navegando en aguas cercanas al archipiélago japonés.

Según informó el Ministerio de Defensa japonés, el entrenamiento anual de lanzamiento de misiles anti-buque se desarrollará entre el 19 y el 30 de junio en la costa sur de Hokkaido, la isla más septentrional del país. Se trata del primer ejercicio de este tipo realizado en suelo japonés con el misil Type 88, de fabricación nacional, con capacidad para alcanzar objetivos a más de 100 kilómetros de distancia.
El escenario elegido para las pruebas se sitúa al noreste del estratégico estrecho de Tsugaru, que conecta el Mar de Japón con el Océano Pacífico y separa las islas de Hokkaido y Honshu. Esta zona ha cobrado importancia en los últimos años por su creciente uso por parte de buques chinos y rusos, aprovechando su estatus de “estrecho internacional“, reconocido por Tokio.
Hasta ahora, debido a restricciones de espacio y preocupaciones de seguridad, este tipo de ensayos se realizaban en Estados Unidos u otros territorios extranjeros. El cambio de enfoque, con lanzamientos que se efectuarán dentro de un radio de 40 kilómetros en aguas designadas, refleja una evolución en la postura defensiva de Japón ante las actividades navales de potencias extranjeras en su entorno inmediato.

La decisión se inscribe en una estrategia más amplia de disuasión dentro de la llamada Primera Cadena de Islas, una barrera geoestratégica compuesta por Japón, Taiwán y Filipinas, clave para contener la proyección marítima de China y Rusia hacia el Pacífico occidental.
El libro blanco de defensa japonés 2024 advierte que “China está fortaleciendo aún más su cooperación con Rusia, incluso en actividades militares, llevando a cabo vuelos conjuntos de bombarderos y patrullajes navales cerca de Japón“. Según el documento, estas maniobras conjuntas constituyen “una demostración de fuerza que representa una grave preocupación para la seguridad nacional“.
Por su parte, el Ministerio de Defensa chino acusó a Japón de “monitorear e interferir constantemente” con sus fuerzas armadas, lo que —según Pekín— pone en riesgo la seguridad marítima y aérea de sus unidades. Rusia, en tanto, sostuvo a través de su Cancillería que una cooperación política plena con Japón solo será posible si Tokio abandona su “política hostil“, lo que requeriría pasos concretos en esa dirección.

La escalada de actividades militares en la región ha impulsado a Japón a fortalecer su capacidad de respuesta. Además de modernizar su misil Type 12, Tokio ha adquirido dos modelos de misiles estadounidenses con capacidad de ataque naval, en un claro giro hacia una doctrina de defensa más robusta y proactiva.
Resta por verse si el país insular continuará con este tipo de ejercicios en su propio territorio, pero la realización del próximo adiestramiento ya deja en claro un mensaje firme a sus vecinos: Japón está decidido a reforzar su postura defensiva ante cualquier amenaza en su entorno marítimo inmediato.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: JGSDF
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Yamamoto el almi.irante jefe de m flota imperiL heroe de tsushima lo advirtio a sus paisanos q dejen la locura de la “zona de coprosperidad del asia oriental”y los chinos lo estan haciendo din guerras aprende japon no joda sigue el ejemplo chino porque los ruskys y cochinos mas norcoreanos les sobra darte palo