Recientemente, la Dirección General de Inteligencia (GUR) de Ucrania ha publicado nuevas imágenes que revelan la utilización de un misil tierra-aire S-200 modernizado para derribar a un bombardero Tu-22M3 ruso, lo que se traduce en la recuperación de un antiguo armamento de la era soviética para fortalecer la exigida red de defensa aérea del país. Reportes previos de analistas occidentales indican que se trata de una capacidad que ya ha tenido participación en el conflicto, incluyendo en el derribo de una aeronave de control y vigilancia aérea A-50, pero esta es la primera ocasión en la que se revelan al público imágenes de su utilización.
Las imágenes en cuestión no fueron presentadas junto a mayores detalles, por lo que se desconoce en que fecha han sido tomadas las mismas, como tampoco desde que sitio específico han sido lanzados los misiles. En base a lo que puede observarse, parece tratarse de una posición situada en las costas del Mar Negro, mientras que el estado del follaje en el terreno indicaría que se habría tomado durante el otoño o el invierno local.
Por otra parte, observando algunos detalles que hacen a lo técnico, podemos afirmar que el despliegue del misil S-200 por parte de las unidades ucranianas se realizó a través de un lanzador fijo, lo que pone en una situación de riesgo mayor a las tropas involucradas frente a cualquier represalia por parte de Rusia. El actual jefe de la GUR, Kyrilo Budanov, manifestaba en ese sentido: “El uso del S-200 es único y significativamente más peligroso de lo que cualquiera podría haber imaginado.“
En cuánto al misil, no se observan cambios en su diseño externo, lo que indicaría que los trabajos de modernización se han centrado casi exclusivamente en los sistemas electrónicos internos del armamento. Se trata, de un ejemplar perteneciente a la serie 5V28, misma que presenta un largo de 10,6 metros y cerca de 86 centímetros de diámetro. Su sistema propulsión, consiste en una primera etapa en la que el misil es impulsado desde el lanzador con una serie de cuatro motores de combustible sólido desechables, mientras que en una segunda etapa se vale de un único motor de combustible líquido. Estas características le representaban un alcance de unos 300 kilómetros transportando una ojiva convencional de 227 kilogramos equipada con una espoleta de proximidad.
Cabe recordar en este punto, que se trata de sistemas introducidos al servicio en las fuerzas soviéticas durante la década del 60´, siendo diseñados específicamente para derribar bombarderos y/o aviones de reconocimiento de largo alcance estadounidenses. Para inicios de este siglo, el sistema se tornó ampliamente conocido por estar involucrado en el derribo de un avión de pasajeros ruso en el año 2001, momento para el cuál ya se especulaba sobre su obsolescencia. De unas dieciséis baterías con las que contaba Ucrania, tan sólo cuatro se mantenían activas para el 2010, mientras que informes posteriores hablan de una retirada completa para 2013.
*Créditos de las imágenes: GUR
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