En medio de una intensa ofensiva rusa en las cercanías de Pokrovsk, en la región de Donetsk, un voluntario argentino de la Legión Internacional de Defensa de Ucrania (Ukraine’s International Legion) protagonizó una hazaña de supervivencia y coraje en el campo de batalla. Gravemente herido tras un ataque con drones, este combatiente caminó más de 600 metros bajo fuego enemigo para intentar rescatar a un compañero también herido.
Marcus, un argentino de 31 años, exsoldado y médico, se convirtió en protagonista de una de las historias más impactantes del frente ucraniano. Integrante de la 2ª Legión Internacional para la Defensa de Ucrania, fue blanco de un ataque con drones rusos mientras regresaba de una operación cerca de la ciudad de Pokrovsk, en el Donbás.

La unidad —conformada por voluntarios extranjeros de más de 100 países— cjecuta operaciones especiales en zonas de máxima tensión, como las regiones orientales ocupadas por Rusia. En enero de 2025, Marcus formaba parte de un pequeño grupo junto a dos brasileños y un escocés. Durante el repliegue tras una misión de reconocimiento, fueron atacados por drones que lanzaron granadas de fragmentación.
Durante el ataque, Marcus sufrió una herida en la rodilla. Mientras intentaban ponerse a salvo, una granada cayó directamente sobre su pecho. No explotó. “Besé mi cruz y dije: ‘Dios, si este es mi día, que sea rápido’. Y no lo fue. La granada no estalló. Supe que tenía otra oportunidad”, expresó.

De acuerdo al reporte de Euromaidan press, una vez herido, Marcus arrastró a su compañero escocés, también afectado por el ataque, y lo cubrió bajo una manta térmica. Apoyándose en un bastón improvisado, intentó buscar ayuda. En medio del trayecto, fue marcado por un dron con una cápsula negra para artillería. Aunque ese segundo ataque tampoco detonó, un proyectil cercano lo alcanzó con la onda expansiva: le rompió varias costillas y le provocó una fuerte hemorragia.
Aun así, decidió no rendirse. Aflojó el torniquete para simular estar muerto, confundiendo a los rusos con la sangre visible. “Pensé en mis hijos. Quería verlos de nuevo. Eso me mantuvo en pie”, confesó. Seguidamente, Marcus caminó más de 600 metros hasta alcanzar las líneas ucranianas. Fue evacuado de urgencia y sometido a cuatro cirugías. Su compañero escocés también sobrevivió, aunque perdió ocho dedos, continuando con su rehabilitación.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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