A fines de fortalecer sus capacidades de disuasión en la región, la Fuerza Aérea de EE.UU. estaría evaluando el despliegue permanente de sus avanzados cazas furtivos F-35A en Corea del Sur, mismos que hasta ahora únicamente eran desplegados como parte de los entrenamientos combinados que llevan a cabo ambos países. La novedad, en caso de confirmarse, representaría un importante salto de capacidades para las fuerzas allí desplegadas, considerando que frente a los planes de retiro de sus aviones A-10 que se concretarían este año, solamente dispondrían de cazas F-16.
La información en cuestión ha sido deslizada esta semana por medios locales surcoreanos, los cuáles afirman que fuentes familiarizadas con el asunto manifestaron que la Fuerza Aérea de EE.UU. consideraría el despliegue de hasta dos escuadrones, cada uno de unas 20 aeronaves. Recogiendo algunas de dichas declaraciones: “Las Fuerzas Armadas de EE.UU. tienen previsto desplegar permanentemente los F-35A en la Base Aérea de Kunsan. Primero se desplegará un escuadrón (NdE: de forma permanente), y existe la posibilidad de desplegar otro escuadrón de forma rotatoria.”
Cabe recordar, que la mención de la Base Aérea de Kunsan no es aleatoria, considerando que en los últimos meses la Fuerza Aérea estadounidense ha anunciado en dos ocasiones sus planes de trasladar desde allí al grueso de sus F-16 hacia la Base Aérea de Osan para la formación de dos “súper escuadrones” de cazas. La primera ocasión fue en el mes de julio del año pasado, cuando la institución anunció la voluntad de reubicar hasta 31 aeronaves a la base situada a unos escasos 80 kilómetros de la DMZ, mientras que la semana pasada se dió a conocer la intención de trasladar los aviones restantes para conformar en Osan al segundo súper escuadrón. Esto liberaría importantes vacantes en Kunsan para un potencial despliegue de cazas de quinta generación.
Por otra parte, es de utilidad rescatar que los F-35 estadounidenses no operarían junto a fuerzas poco familiarizadas con la plataforma, teniendo en cuenta que Corea del Sur también ha adquirido sus propios ejemplares. A fechas actuales, la Fuerza Aérea surcoreana dispone de un total de 39 aeronaves, del lote original de 40 encargados por Seúl a Washington; la unidad faltante fue retirada en 2023 tras sufrir un importante accidente. Además, acorde a los informes locales, el país asiático estaría buscando avanzar en la incorporación de otras 20 unidades para agrandar su inventario.
A modo de cierre, es menester traer a colación que incluso antes de que esto se confirme de forma oficial, los analistas surcoreanos se mantienen expectantes por la eventual reacción adversa de Corea del Norte ante dicho despliegue. Tratándose del país considerado como su principal amenaza geopolítica, esto no resulta sorpresivo, aunque podemos afirmar que la balanza entre las capacidades de ambas Fuerzas Aéreas se observa absolutamente inclinada en favor de Seúl. Tal y como reportamos hacia finales del año pasado, Pyongyang se mantiene expectante por una potencial llegada de cazas MiG-29 y Su-27 de origen ruso para renovar su antiquísima flota de cazas, conformada por ejemplares MiG-17, MiG-19 y MiG-21; ninguno de ellos se acerca a rivalizar con los F-16, F-15K y F-35 surcoreanos.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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