El gobierno de los Estados Unidos ha autorizado la venta de nuevos helicópteros de entrenamiento TH-73A Thrasher para equipar a la Armada de Filipinas. Así se desprende de la notificación elevada al Congreso estadounidense por parte del Departamento de Estado, para la aprobación de la operación de venta a través del Programa FMS.

Fabricado por AgustaWestland Philadelphia Corp. (filial de la empresa Leonardo en los Estados Unidos), el TH-73A Thrasher es el nuevo helicóptero de entrenamiento de la Armada de EE.UU., siendo actualmente incorporado para reemplazar a los antiguos TH-57 Sea Ranger.
Por medio de sucesivas órdenes de compra desde su selección oficial en el año 2020, la aeronave —basada en el AW119 Koala— ya se encuentra en servicio en los escuadrones de entrenamiento de la Armada estadounidense para la instrucción y formación de sus nuevos pilotos, así como de aquellos pertenecientes al Cuerpo de Marines (USMC). Al día de la fecha, según pudo ser reportado a finales del año pasado, para el mes de septiembre la U.S. Navy ya disponía de una flota compuesta por cien (100) ejemplares, permitiendo de esta manera avanzar en el retiro de los TH-57, el cual está fijado para el Año Fiscal 2025.
Según indica la notificación del 15 de abril, publicada por la Agencia de Cooperación en Defensa y Seguridad (DSCA), el gobierno de Filipinas solicitó al de Estados Unidos la compra de un número no especificado de helicópteros TH-73A Thrasher. El paquete, valuado en US$ 120 millones y teniendo a la filial de Leonardo Company como proveedor principal, se compone de simuladores, repuestos, tanques de combustible, sistemas de gestión comercial, sistema de GPS, además del apoyo requerido y la documentación necesaria, por solo citar algunos de los ítems.

Desde el Departamento de Estado han indicado que: “Esta venta propuesta respaldará la política exterior y la seguridad nacional de los Estados Unidos al ayudar a mejorar la seguridad de un socio estratégico que continúa siendo una fuerza importante para la estabilidad política, la paz y el progreso económico en el sudeste asiático”.
Añadiendo: “La venta propuesta mejorará la capacidad de Filipinas para enfrentar amenazas actuales y futuras al proporcionar una plataforma aérea que servirá como el principal medio para mejorar la formación y las habilidades de los pilotos, contribuyendo así al desarrollo de un cuerpo de aviadores de ala rotatoria capacitado. Filipinas no tendrá dificultades para incorporar estos artículos y servicios en sus fuerzas armadas”.

Actualmente, el segmento de entrenamiento de alas rotatorias de las Fuerzas Armadas de Filipinas presenta una flota de helicópteros limitada en cuanto a su tamaño y con varios años de servicio. Así lo evidencia la presencia de dos Robinson R44 y dos MBB BO105 empleados por el Ejército filipino. Si bien la Fuerza Aérea del país posee una importante flota de helicópteros, estos no tienen como función principal el entrenamiento y formación de pilotos.
Centrándose en la Armada filipina, la situación es más compleja, y hasta crítica, ya que dispone de helicópteros Robinson R22, los cuales, previo a la notificación, reportaron un hecho trágico el 11 de abril, cuando una de las aeronaves se accidentó al sur de Manila, provocando la muerte de dos oficiales de la fuerza.
Si bien no se trata de un hecho relacionado con estos sucesos —ya que la documentación y el proceso burocrático hasta su autorización puede llevar semanas, y hasta meses—, es presumible que el accidente acelere los planes de renovación de la flota de entrenamiento de la Armada del país del sudeste asiático.
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