Como parte de su Adiestramiento Básico Anual en el área de Protección de la Fuerza, la Escuadrilla de Despliegue del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA), perteneciente al Ejército del Aire y del Espacio español, llevó a cabo un nuevo ciclo de adiestramiento orientado a operaciones de defensa terrestre y en respuesta ante amenazas NBQR (Nuclear, Biológica, Química y Radiológica). Esta actividad se desarrolló en el marco del ejercicio TIGRE 01-25, una serie de entrenamientos escalonados que buscan consolidar la operatividad de esta unidad clave en el apoyo a las operaciones aéreas.

El ejercicio tuvo lugar en las instalaciones del Acuartelamiento Aéreo de Bobadilla, en Málaga, y contó con el apoyo de personal sanitario del Ala 11 y del Centro Médico del Mando Aéreo General, con sede en Sevilla. A lo largo de las jornadas se llevaron a cabo simulaciones realistas en escenarios operacionales progresivamente más exigentes, incluyendo ejercicios NBQR que contemplaron procedimientos de detección, descontaminación, evacuación médica y control de zonas contaminadas.


Este nuevo adiestramiento continúa la línea de ejercicios iniciada con el Tigre 02, desarrollado entre el 16 y el 20 de octubre del año 2017 en el Centro Militar de Tiro de Cerro Muriano, Córdoba. En aquella ocasión, el GRUMOCA ejecutó prácticas de tiro en condiciones diversas, incluyendo blancos móviles, combate en zona urbana, tiro nocturno y ejercicios de precisión. Asimismo, se desplegaron capacidades clave de la unidad, como la sección cinológica, sistemas de seguridad, sanidad, cocina de campaña y generación eléctrica, consolidando su aptitud para actuar en escenarios de alta exigencia logística y operativa. En particular, destacaron las prácticas de seguridad de convoyes, con ejercicios enfocados en la detección de artefactos explosivos improvisados (IED) en ruta, aprovechando la pista especializada del campo de maniobras.


En el TIGRE 01-25, además de las prácticas NBQR, se realizaron ejercicios de tiro con armamento colectivo —como ametralladoras ligeras— e individual, incluyendo fusiles y pistolas, bajo situaciones de estrés controlado y con incidencias de combate en las que se aplicaron protocolos de atención médica bajo fuego. También se ejecutaron maniobras nocturnas de tiro de precisión y movimientos tácticos en patrulla y convoy, aplicando técnicas de camuflaje, ocultamiento y decepción (CCD), así como el establecimiento de puestos de observación y ejercicios de orientación topográfica.
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