A tan solo semanas de la confirmación de que Boeing será la encargada de desarrollar el futuro avión de combate de sexta generación F-47 de los Estados Unidos, se viene registrando una mayor actividad en los vuelos de prueba de las que serían sus contrapartes producidas por China para equipar a su Fuerzas Aérea. A pocos días del que sería el segundo vuelo de pruebas de la aeronave desarrollada por Shenyang, fue captado un nuevo video del avión furtivo J-36 fabricado por la empresa Chengdu, en lo que constituye la secuencia más cercana y clara de este nuevo modelo.

Develados a finales del año pasado, cuando en los últimos días de diciembre diversas secuencias de video e imágenes dieron cuenta de su existencia, los denominados provisionalmente como Chengdu “J-36” y Shenyang “J-50” se encuentran en el foco de especulaciones e hipótesis de los principales analistas y expertos.
Si bien ambos modelos poseen la característica forma de ala volante, sin ningún tipo de estabilizador vertical o cola, no estarían diseñados para desempeñar las mismas funciones. El “J-36” sería una aeronave de mayor tamaño y envergadura, equipada con tres motores, mientras que el “J-50”, con un ala en forma de lambda, es bimotor y de menor tamaño.
En el plano de la especulación, se ha mencionado que ambas aeronaves de diseño furtivo son los últimos desarrollos de la industria aeroespacial del Gigante Asiático, destinados a convertirse en los nuevos aviones de sexta generación de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación. En este escenario, el desarrollo de Chengdu podría estar orientado a cumplir misiones propias de un bombardero furtivo táctico, mientras que el de Shenyang respondería al perfil de un caza polivalente de primera línea.




Tampoco debe descartarse la posibilidad de que estemos ante modelos empleados con fines experimentales y de demostración de nuevas tecnologías que podrían, luego de las pruebas necesarias y su correspondiente maduración, equipar tanto a los actuales como a los futuros aviones de combate de China.
En cuanto a las últimas imágenes y videos viralizados, se trata del avistamiento más cercano del “J-36” del que se tenga registro hasta la fecha, cuando cruzó una autopista mientras estaba aterrizando. Fuentes abiertas de información (OSINT), a través de medios de geolocalización, han confirmado que el video fue captado en las cercanías de las instalaciones de la Chengdu Aircraft Corporation (CAC), donde la aeronave aterrizó en el aeródromo que la compañía posee en la ciudad del mismo nombre, ubicada en la provincia de Sichuan.
Gracias a estas recientes imágenes viralizadas, se han podido apreciar nuevos detalles que continúan armando el rompecabezas que representan estas aeronaves. En primer lugar, se observa que el “J-36” tendría un esquema de pintura de dos tonos del tipo “splinter”, con paneles de fuselaje más claros alrededor de la toma de aire dorsal del avión. En este punto, debe mencionarse también la aparente presencia de una entrada supersónica sin desviador (DSI, por sus siglas en inglés), una característica de diseño presente en aviones de quinta generación y también en el “J-50”.
Además, debe destacarse que las imágenes permitirían observar la disposición de la cabina, la cual presenta una configuración de asientos lado a lado, como la vista en cazabombarderos tales como el Su-34 y en aviones de ataque de generaciones anteriores, descartando aparentemente una configuración biplaza en tándem. Esto podría reforzar la suposición de que estamos en presencia de un cazabombardero de gran peso, pensado para misiones de ataque de penetración en profundidad o como bombardero táctico.

Por último, y como se señaló al comienzo, desde el anuncio realizado por el presidente Trump, los avistamientos de los nuevos aviones furtivos chinos parecieran estar incrementándose. No debe dejar de mencionarse que esto podría tener dos fundamentos: uno estrictamente técnico, relacionado con la necesidad de realizar nuevos vuelos de prueba para evaluar los avances en el desarrollo por parte de las empresas; y otro de carácter propagandístico.
En este sentido, la realización de vuelos a plena luz del día, captados por miles de cámaras de transeúntes —como ocurrió en el reciente avistamiento— contrasta con el secretismo que ha rodeado la competencia entre Boeing y Lockheed Martin para producir el futuro caza de sexta generación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Tal como fue informado oficialmente por DARPA, las aeronaves “X” del programa NGAD comenzaron sus vuelos de prueba entre los años 2019 y 2020, sin especificar cuál lo hizo primero.

La realización de pruebas más visibles ante miles de personas podría formar parte de un esfuerzo por parte de China para demostrar, tanto al público local como al internacional, que el país lidera el desarrollo de la nueva generación de aviones de combate, mientras que desde Estados Unidos solo se han realizado anuncios y publicado imágenes conceptuales.
Tal vez te interese F-47: la respuesta de la Fuerza Aérea de EE. UU. al desafío de los nuevos cazas de sexta generación de China






