A principios del corriente mes de marzo, una serie de fotografías digitales mostraban los avances realizados por Corea del Norte para equipar a su Fuerza Aérea con un nuevo avión de alerta temprana y control aerotransportado (AEW&C). Las imágenes, captadas por el satélite Pleiades Neo de Airbus, evidenciaban los avanzados y extensivos trabajos de modificación estructural en una aeronave de transporte Ilyushin Il-76. No obstante, en una reciente visita e inspección del líder norcoreano, Kim Jong-Un, se confirmó oficialmente que la aeronave ha realizado su primer vuelo de pruebas.

Hasta el momento de la exhibición e inspección realizada recientemente por el Líder Supremo de Corea del Norte, viralizada en redes sociales gracias a un reportaje de la Televisión Estatal norcoreana, solo se habían podido apreciar algunos detalles sobre esta aeronave, que perteneció originalmente a la aerolínea estatal Air Koryo. Esto se debía, en gran parte, al secretismo y la falta de anuncios por parte del régimen.
El análisis de imágenes satelitales de los últimos años indicaba que el proyecto había comenzado tiempo atrás, confirmándose en 2024 el arribo de una aeronave Il-76 de la mencionada aerolínea a las instalaciones del aeropuerto de Sunan. Con el correr de los meses, más imágenes documentaban los avances en las modificaciones estructurales, incluyendo el refuerzo del fuselaje superior, donde se instalaría el nuevo radomo del radar.


Uno de los aspectos más analizados en las imágenes captadas a principios de marzo fue la posible participación y asistencia del complejo militar-industrial de China en el proyecto. Esta presunción surgió a raíz del diseño triangular presente en la parte superior del radomo, similar al de aeronaves AEW operadas por la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China (PLAAF), y ausente en modelos equivalentes de Estados Unidos y Rusia.
Como señaló el sitio especializado 38 North, dedicado al análisis de eventos en Corea del Norte: “En los aviones chinos, el triángulo indica la colocación de tres radares de matriz en fase no giratorios, dispuestos para cubrir sectores de 120 grados. Esto podría sugerir apoyo o influencia de China, aunque el triángulo por sí solo no constituye una prueba concluyente”.
No obstante, esta presunción se ha visto fuertemente respaldada por la publicación de nuevas imágenes que rápidamente se viralizaron. Dichas imágenes, pertenecientes a un reportaje sobre la visita e inspección de Kim Jong-Un, confirmaron que el Il-76 modificado realizó su primer vuelo de pruebas y evaluaciones.


En cuanto a su diseño, el Il-76 adaptado para misiones AEW&C en la Fuerza Aérea de Corea del Norte sigue una configuración similar a la de aeronaves en servicio con las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, como el Beriev A-50 (o Mainstay, según la designación de la OTAN) y su versión más moderna, el A-100, así como a modelos empleados por el Ejército Popular de Liberación de China, como el Shaanxi KJ-2000 de la PLAAF.
Sin embargo, a diferencia de los modelos rusos y reforzando la teoría de una posible participación china en el proyecto, el radomo del Il-76 norcoreano es fijo, en contraste con los diseños giratorios del A-50 ruso. En este sentido, su disposición se asemeja más a la de los aviones chinos equipados con radares no rotatorios de cobertura de 360°, como el KJ-2000 y otros modelos AEW&C de la PLAAF.

Las imágenes viralizadas hasta el momento no muestran marcas de identificación en la aeronave, la cual presenta un esquema de pintura en dos tonos de gris y blanco. Tampoco se han observado antenas en el fuselaje ni otras protuberancias características de este tipo de aeronaves altamente modificadas y especializadas.
Durante la visita del líder norcoreano, también se inspeccionó el interior de la aeronave, con especial atención en el área destinada al personal de operaciones del Centro de Comando y Control. Las imágenes muestran estaciones de trabajo con un alto grado de pulcritud y cuidado, con las pantallas deliberadamente difuminadas para evitar la divulgación de información sensible.
Más allá de las dudas sobre la capacidad de Corea del Norte para desarrollar sistemas autóctonos de control, comando y gestión del campo de batalla, este proyecto representa un avance significativo para el país, cuya Fuerza Aérea carecía hasta ahora de una capacidad de este tipo.

En términos operativos, la aeronave, aún sin designación oficial, aportará capacidades de alerta temprana y vigilancia que antes no estaban disponibles, lo que permitirá a Corea del Norte monitorear más eficientemente los movimientos de tropas y plataformas militares en la región. Una vez en servicio, este Il-76 podría desplegarse para observar la actividad de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur y sus ejercicios conjuntos con las Fuerzas Militares de Estados Unidos en la península.
Por último, no debe pasarse por alto la creciente evidencia de que la República Popular China está respaldando a Corea del Norte en este proyecto, un factor clave en el fortalecimiento de las capacidades militares norcoreanas en un contexto de creciente tensión con Estados Unidos y la situación de Taiwán, cuya reunificación sigue siendo una prioridad estratégica para Pekín.
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