El pasado jueves 13 de marzo, el Centro de Coordinación de Rescate Marítimo (MRCC) “Petrel”, ubicado en la Base Antártica Conjunta homónima, emitió una alerta por el buque chileno M/V “Betanzos”, que se encontraba a la deriva al norte de la isla Livingston, en el archipiélago de las Shetland del Sur. El aviso ARA “Bahía Agradable” (A-23) de la Armada Argentina, que se encontraba realizando la Patrulla Antártica Naval Combinada (PANC), recibió la orden de acudir al rescate de la embarcación siniestrada.
El “Betanzos” se encontraba sin propulsión, y en una zona de condiciones meteorológicas extremas sin resguardo natural. En la madrugada del 14 de marzo, bajo condiciones hidrometeorológicas adversas, el aviso argentino se aproximó a la embarcación averiada para evaluar la forma más segura de iniciar la maniobra en altamar. Una vez asegurado el remolque, el ARA “Bahía Agradable” inició el traslado bordeando la Isla Livingston por el oeste y navegando a través del Mar de la Flota en dirección a la bahía Discovery, un área con mejores condiciones de resguardo.
La operación se extendió por más de 130 millas náuticas y 24 horas de remolque efectivo, enfrentando baja visibilidad, olas superiores a los tres metros y la presencia de témpanos y escombros flotantes. Una vez asegurado el “Betanzos” en la bahía Discovery, se procedió al trasbordo de 19 pasajeros hacia el ARA “Bahía Agradable”. Posteriormente, fueron trasladados a la base aérea chilena “Presidente Eduardo Frei Montalva”, ubicada en la bahía Guardia Nacional, desde donde fueron replegados por vía aérea a Punta Arenas, Chile.
Cumplida la misión, el ARA “Bahía Agradable”, bajo el comando del Capitán de Corbeta Manuel Coyla, retomó sus labores en la Patrulla Antártica Naval Combinada, reafirmando el compromiso de la Armada Argentina con la cooperación internacional y la seguridad marítima en la región antártica. Esta patrulla, organizada conjuntamente con la Armada de Chile, tiene como objetivo principal brindar asistencia en búsqueda, rescate y salvamento marítimo, además de contribuir a la seguridad de la navegación, la preservación ambiental y el apoyo a las bases antárticas de ambos países. Su desarrollo permite, además, incrementar el nivel de adiestramiento de las unidades navales y fortalecer la colaboración con la comunidad científica en el estudio del ecosistema marino.
Una particularidad del rescate del “Betanzos” fue el rol desempeñado por el recientemente inaugurado Centro Coordinador de Búsqueda y Rescate Marítimo “Petrel”. Este centro, el primero de su tipo en la región, depende del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada y responde a las exigencias del Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Marítimos, al cual Argentina adhiere mediante la Ley 22.445. Su implementación es el resultado de un acuerdo de colaboración firmado el 14 de febrero de 2024 entre la Armada Argentina y el Comando Conjunto Antártico, con el objetivo de fortalecer la capacidad de respuesta ante incidentes en un área de creciente actividad turística y científica, particularmente en los meses de noviembre a marzo cuando las condiciones de navegación en la Antártida son más favorables.
*Créditos de las imágenes: Gaceta Marinera – Armada Argentina.-
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