Durante la jornada de ayer, 15 de marzo, y posterior a la orden emanada del presidente Donald Trump, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos llevaron a cabo una serie de ataques en Yemen contra objetivos terrestres pertenecientes a los rebeldes hutíes apoyados por Irán. La punta de lanza de la operación recayó en los aviones de combate embarcados F/A-18 Super Hornet de la Armada de EE. UU., los cuales ejecutaron una serie de ataques mediante el empleo de bombas planeadoras y municiones guiadas de diverso tipo. También se registró el lanzamiento de misiles de ataque terrestre Tomahawk desde cruceros y destructores de misiles guiados desplegados en la región.

Teniendo como justificación los nuevos ataques realizados por los rebeldes hutíes contra buques mercantes y comerciales en el Mar Rojo, el gobierno de los Estados Unidos realizó una serie de ataques de precisión contra objetivos en Yemen, buscando mostrar una respuesta “decisiva y poderosa”.
A través de su perfil en la red social Truth, el presidente Trump indicó que: “Financiados por Irán, los matones hutíes han disparado misiles contra aeronaves estadounidenses y han atacado a nuestras tropas y aliados”, añadiendo que los ataques realizados por los hutíes desde hace más de un año, en el marco de la guerra entre Hamas e Israel, posteriores a los atentados terroristas del 7 de octubre de 2023, han costado “miles de millones de dólares” y puesto vidas en peligro.
Con esta justificación, y englobado en el área de operaciones del Comando Central de los Estados Unidos, se llevaron a cabo una serie de importantes ataques contra objetivos controlados por los hutíes en la ciudad de Saná, capital del país, así como en el norte del mismo.
Desde el CENTCOM indicaron que: “… iniciaron una serie de operaciones consistentes en ataques de precisión contra objetivos hutíes respaldados por Irán en todo Yemen, con el fin de defender los intereses estadounidenses, disuadir a los enemigos y restaurar la libertad de navegación”.
Si bien no se brindaron mayores detalles, a través de las imágenes divulgadas oficialmente, se tuvo conocimiento de que el grueso de los ataques aéreos fueron llevados a cabo por cazas polivalentes F/A-18 Super Hornet desplegados desde el portaaviones USS Harry S. Truman (CVN-75), los cuales se encontraban armados con bombas planeadoras AGM-154 Joint Standoff Weapon, según se aprecia. También habrían realizado ataques con bombas GBU-31(V)4/B de 2000 libras equipadas con kits de guiado vía GPS del tipo JDAM.
No obstante, según reportó el CENTCOM en sucesivas publicaciones, los ataques a objetivos terrestres hutíes también fueron realizados por medios de superficie de la Armada de Estados Unidos. Más en detalle, a través del lanzamiento de misiles de ataque terrestre Tomahawk desde cruceros de misiles guiados clase Ticonderoga y destructores clase Arleigh Burke.
Por último, desde el gobierno estadounidense han expresado que los ataques continuarán durante los próximos días en una serie de nuevas ofensivas aéreas contra el grupo apoyado por Irán. Mientras tanto, el portavoz de los hutíes, Nasr el-Din Amer, indicó que esta escalada del gobierno de Trump será respondida con una mayor escalada, lo que presumiblemente se traducirá en nuevos ataques contra el tráfico marítimo en la región.
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