En medio de crecientes tensiones bilaterales y con el argumento de combatir el narcotráfico, Estados Unidos llevó a cabo finalmente un ataque con drones contra una instalación portuaria no identificada en la costa de Venezuela. La operación fue conducida por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), marcando el primer ataque reconocido por EE.UU. dentro del territorio venezolano. El objetivo habría sido un muelle utilizado por la organización criminal Tren de Aragua para almacenar drogas y embarcarlas hacia el exterior. Aunque no se registraron víctimas, el hecho abre un nuevo capítulo de confrontación política y militar en la región.

El presidente de los EE.UU. Donald Trump reconoció la acción durante una conferencia en Florida, realizada junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, en la que aseguró que su país había “destruido una gran instalación” vinculada al tráfico de drogas. “Hubo una gran explosión en la zona del muelle donde cargan los barcos con drogas… atacamos todos los barcos y ahora atacamos la zona” afirmó el mandatario. La declaración fue interpretada como la confirmación oficial del operativo, luego de varios días de especulación en redes sociales y medios internacionales.
El ataque se enmarca en una amplia campaña estadounidense contra las redes de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico oriental, que desde septiembre mantiene un amplio despliegue aeronaval encabezado por el portaviones USS Gerald R. Ford. En los últimos meses, de acuerdo a informes del Pentagono, más de treinta embarcaciones fueron destruidas en los últimos meses en operaciones atribuidas a la lucha antidrogas. No obstante, el golpe directo en territorio venezolano representa un punto de inflexión, al extender la ofensiva más allá de las aguas internacionales en el Mar Caribe.

Desde Venezuela, no hubo hasta el momento una reacción oficial inmediata en respuesta a las declaraciones de Donald Trump. Voceros del gobierno de Nicolás Maduro no se pronunciaron sobre el incidente, aunque fuentes diplomáticas indicaron que el presidente venezolano fue informado de manera preliminar sobre la situación. Este evento en particular reviste una mayor gravedad puesto que implica una violación a la soberanía territorial, y podría servir de justificación para una respuesta política o militar..
El trasfondo del ataque refleja un escenario de confrontación prolongada. Desde meses atras, EE.UU. ha endurecido su política hacia Venezuela mediante operaciones de interdicción a supuestas embarcaciones ligadas al narcotráfico, mientras que en paralelo avanza una campaña de presión diplomática para forzar la salida de Nicolás Maduro. Cabe recordar que Donald Trump amplió recientemente las facultades de la CIA para operar en América Latina, lo que explica la posible ejecución directa del ataque a cargo de esta entidad.. Con ello, Estados Unidos consolida una nueva fase en su estrategia regional: una guerra de baja intensidad donde la inteligencia y los drones reemplazan a las tropas, pero con repercusiones geopolíticas cada vez más visibles.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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