Formando parte de un amplio programa de renovación de capacidades, la Armada de Alemania estaría alistándose para avanzar en la compra de un lote de nuevos drones MQ-9B SeaGuardian, mismos que provendrían de la empresa General Atomics Aeronautical Systems y que son impulsados desde EE.UU. Según comunican los medios especializados locales, se trataría de un acuerdo que requeriría la inversión de unos 1.500 millones de euros, los cuáles serían aportados tanto desde el presupuesto ordinario y como desde los fondos especiales aprobados por Berlín para adquisiciones de defensa.
Ampliando en algunos detalles, el paquete en cuestión incluiría un total de ocho sistemas no tripulados MQ-9B SeaGuardian, además de diversos tipos de repuestos y servicios de apoyo técnico; sumado a la formación de los futuros operadores teutones de la plataforma por un plazo de dos años. Acorde a los planes actuales de la Armada alemana, los ejemplares pasarían a ser desplegadas en la Base Aérea Naval de Nordholz, con fechas de entrega estipuladas para el período comprendido entre los años 2028 y 2030. Mas aún, se espera también que los drones reciban un paquete de modernización especialmente pensado para guerra antisubmarina durante 2031 y 2032.
Al entender de los analistas y políticos alemanes, se trata de un proyecto con plazos sumamente ambiciosos en caso de mantenerse los cronogramas actuales, además de tratarse de una adquisición que también trae de la mano la necesidad de realizar trabajos sobre la infraestructura de la base para poder albergarlos. Sin embargo, existe a su vez un amplio consenso respecto de la gran importancia que la llegada de estos nuevos sistemas tendrá a la hora de reforzar las capacidades de vigilancia marítima del país, especialmente en momentos de creciente presencia naval rusa en las aguas del Báltico y del Atlántico Norte.
Por lo pronto, el proyecto ya cuenta con la aprobación presupuestaria por parte del Bundestag desde la semana pasada, siendo formalmente conocido como Componente No Tripulado del Sistema de Guerra Aerotransportada Marítima (uMAWS). Como tal, la adquisición está siendo gestionada a través de la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la OTAN (NSPA), órgano que se encarga de llevar a cabo las negociaciones en nombre del gobierno alemán ante el ya mencionado fabricante estadounidense.
Por otra parte, repasando algunas de las características conocidas de la plataforma, cada uno de los MQ-9B SeaGuardian presentan una longitud de 11.7 metros y un ancho de 24 metros; dentro de las que se contienen los 5.670 kilogramos de peso máximo. Con una capacidad de combustible que se sitúa en las 6.000 lb, el sistema tiene una autonomía de unas 30 horas y un alcance ligeramente superior a las 5.000 millas náuticas, mientras que en términos de altitud pueden llegar a alcanzar un techo de hasta 12.200 metros.
Si observamos sus sensores, es menester destacar que cada ejemplar dispone de un radar multiusos con rango de 360 grados, sensores infrarrojos de alta definición y un sistema de identificación automática (AIS). En suma, el fabricante indica que se trata de un diseño que cumple con las normas STANAG 4671, capaz de operar en todo tipo de condiciones climáticas gracias a su sistema de protección contra rayos y bajas temperaturas que podrían causar la congelación de sus componentes. Gracias a estas y otras cualidades, el modelo resulta eficaz para misiones de vigilancia marítima, de inteligencia de señales (SIGINT), alerta temprana (AEW) y como nodo de comunicaciones entre el centro de mando y el área de operaciones.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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