En un escenario regional marcado por la necesidad de fortalecer las capacidades industriales propias, reducir dependencias tecnológicas externas y avanzar hacia sistemas más sustentables, la reciente firma del convenio de colaboración tecnológica entre Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR) y la Universidad Austral de Chile (UACh) representa mucho más que un acuerdo académico–empresarial. Se trata de una alianza estratégica con implicancias directas para el desarrollo de la defensa naval chilena, la formación de capital humano avanzado y la proyección industrial del país.
El acuerdo, suscrito el 4 de noviembre en la Casa Central de la UACh, consolida una relación de cooperación que lleva años construyéndose y que hoy se alinea con desafíos estructurales de la Política Nacional Continua de Construcción Naval, así como con los objetivos de sostenibilidad y electromovilidad que Chile ha asumido a largo plazo.
Simbiosis entre industria de defensa y academia
ASMAR, como principal actor estatal en la construcción, mantenimiento y modernización de unidades navales, enfrenta el desafío permanente de innovar sin perder confiabilidad operativa. En ese contexto, la vinculación con universidades no es solo deseable, sino estratégica. La UACh, particularmente a través de su Facultad de Ciencias de la Ingeniería y su histórico desarrollo en ingeniería naval, aporta capacidades científicas, investigación aplicada y formación especializada que resultan clave para el ciclo de vida de los proyectos navales.
El rector de la UACh, Dr. Egon Montecinos, lo expresó con claridad al señalar que este tipo de convenios permiten potenciar la investigación, el desarrollo y la innovación en la cadena de la construcción naval, impactando directamente en la formación de profesionales de pre y postgrado. Esta interacción virtuosa fortalece un modelo en el que la defensa nacional se nutre del conocimiento generado en el sistema universitario, mientras la academia se conecta con problemas reales y de alta complejidad tecnológica.
Uno de los ejes centrales del acuerdo es el desarrollo de sistemas de propulsión eléctrica para embarcaciones, una línea que, si bien suele asociarse a la sostenibilidad ambiental, tiene implicancias operativas y estratégicas relevantes. La electromovilidad aplicada a unidades menores puede significar reducción de firmas acústicas, mayor eficiencia energética, menor dependencia logística y nuevas soluciones para operaciones en entornos sensibles.
Desde ASMAR, el Capitán de Navío Sebastián Illanes destacó que la propulsión eléctrica es particularmente relevante para el área de construcción naval menor, donde se busca avanzar hacia soluciones más amigables con el medio ambiente sin sacrificar desempeño. En el ámbito de la defensa, estas tecnologías pueden escalar progresivamente hacia aplicaciones duales, tanto civiles como militares, ampliando el abanico de capacidades industriales nacionales.
CASE y la transferencia tecnológica como eje estructural
El convenio se enmarca en el trabajo del Centro de Aceleración Sostenible de Electromovilidad (CASE), adjudicado por la UACh en 2020 con apoyo de CORFO. Este centro ha permitido articular proyectos de I+D+i con empresas, pymes y actores públicos, posicionando a la electromovilidad como un vector de desarrollo tecnológico para Chile.
Uno de los ejemplos concretos es el proyecto “Electro Regata”, suscrito en 2023 entre ASMAR y la UACh, que permitió desarrollar sistemas eléctricos que ahora serán revisados, validados en laboratorio e integrados en un catamarán de pruebas en entorno real. El alcance del proyecto incluye baterías, cascos, motores eléctricos, sistemas de transmisión y hélices, cubriendo prácticamente toda la arquitectura de una embarcación moderna.
Para el director del proyecto, Mg. Claudio Troncoso, esta iniciativa demuestra cómo la integración entre conocimiento académico y experiencia industrial permite avanzar en soluciones de alto desempeño, promoviendo además la transferencia tecnológica y la formación de capital humano avanzado, un aspecto crítico para la sostenibilidad de la industria de defensa.
La relevancia de esta alianza quedó aún más clara durante el Seminario “Desafíos de ASMAR en el marco de la Política Nacional Continua de Construcción Naval”, realizado el 30 de octubre en la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la UACh. En esa instancia, el Contraalmirante José Miguel Hernández subrayó la necesidad de analizar los proyectos desde una perspectiva de ciclo de vida completo, entendiendo que la inversión inicial se traduce en retornos económicos, industriales y estratégicos en el largo plazo.
Desde la academia, el Dr. Gonzalo Tampier, miembro del Comité Asesor Estratégico de Construcción Naval, enfatizó que esta política tiene como uno de sus pilares a las personas. La demanda futura por profesionales especializados en el ámbito naval y marítimo convierte a la UACh en un actor clave para asegurar que el país cuente con el capital humano necesario para sostener su industria naval y sus capacidades de defensa.
Una alianza con proyección estratégica
Más allá de los proyectos específicos, la relación entre ASMAR y la Universidad Austral de Chile refleja un modelo de desarrollo que combina defensa, industria, ciencia y formación. En un contexto geopolítico donde la autonomía tecnológica es cada vez más valorada, este tipo de alianzas contribuye a que Chile fortalezca su base industrial de defensa, genere conocimiento propio y forme profesionales capaces de enfrentar desafíos complejos.
La simbiosis entre ASMAR y la UACh no solo beneficia a ambas instituciones: impacta en la capacidad del Estado para planificar a largo plazo, en la competitividad de la industria naval nacional y en la consolidación de una defensa moderna, tecnológicamente avanzada y alineada con los desafíos del siglo XXI.
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