El Congreso de Estados Unidos se encuentra cerca de asegurar la continuidad del programa E-7 Wedgetail, luego de que la Cámara de Representantes anunciara que está lista para aprobar la versión final del proyecto de Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA). El texto consolidado, presentado el 7 de diciembre, unifica las diferencias entre las versiones de la Cámara y el Senado, e incluye medidas específicas para impedir la cancelación del futuro avión de alerta temprana y control aerotransportado (AEW&C) de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF).

E-7A / F-22 Raptor
E-7A – Fuerza Aérea Australiana

La Cámara de Representantes revisó el proyecto durante una sesión del Comité de Reglas el 9 de diciembre, paso previo a su votación en el pleno, programada para el 10 de diciembre según diversas fuentes. Uno de los puntos centrales de la discusión fue el destino del E-7 Wedgetail, plataforma destinada a reemplazar a los aviones E-3 AWACS de la Fuerza Aérea de los EE.UU. (USAF).

El E-7, basado en la plataforma Boeing 737, fue concebido como el nuevo sistema de alerta temprana y control aéreo para la Fuerza Aérea estadounidense. Para 2024, el servicio firmó un contrato por 2.560 millones de dólares para construir dos prototipos y proyectaba adquirir un total de 26 aeronaves. El avión es capaz de detectar aeronaves, misiles y drones a más de 300 millas de distancia, además de coordinar operaciones aéreas en tiempo real. Países como el Reino Unido ya avanzaron en incorporarlo: la Royal Air Force tiene previsto recibir tres unidades a partir de 2026.

Sin embargo, en su solicitud presupuestaria para el año fiscal 2026, el Pentágono propuso cancelar el programa, argumentando “retrasos significativos con aumentos de costos”, dudas sobre su capacidad para operar en espacio aéreo disputado y la posibilidad de transferir parte de la misión de vigilancia a los E-2D Hawkeye de la Marina y a futuros satélites. La decisión generó rechazo inmediato entre exjefes de la Fuerza Aérea, incluidos 16 exoficiales de cuatro estrellas que pidieron al Congreso mantener el programa.

A Royal Australian air force E-7A Wedgetail departs after receiving fuel from a 340th Expeditionary Air Refueling Squadron KC-135 Stratotanker in support of Operation Inherent Resolve, July 3, 2017. The E-7A can control the tactical battle space, providing direction for fighter aircraft, surface combatants and land based elements, as well as supporting aircraft such as tankers and intelligence platforms. (U.S. Air Force photo by Staff Sgt. Michael Battles)

Tanto la Cámara como el Senado tomaron medidas para revertir la cancelación al elaborar sus proyectos de ley. Mientras la USAF solicitó cerca de 200 millones de dólares para cerrar el programa, la Cámara sumó 600 millones para “continuación de la rápida creación de prototipos”, y el Senado añadió 700 millones destinados al “desarrollo y adquisición continuados”. La Cámara incorporó además una cláusula que impide a la Fuerza Aérea terminar el contrato de prototipos del E-7A o preparar la finalización de las líneas de producción vinculadas al avión durante el año fiscal 2026.

El proyecto de ley de compromiso adopta las disposiciones de la Cámara que bloquean cualquier avance hacia la cancelación del programa e incrementa la autorización presupuestaria en 649 millones de dólares, utilizando el lenguaje del Senado referido al “desarrollo y adquisición continuados”. Estas decisiones indican que el Congreso busca que el programa avance más allá de la etapa de prototipos y se encamine hacia la producción.

Estas medidas se suman a lo establecido en la resolución de continuidad que puso fin al cierre gubernamental de noviembre. Dicho instrumento obligó a la Fuerza Aérea a utilizar fondos de investigación, desarrollo, pruebas y evaluación para mantener el ritmo de las actividades del programa, hasta un máximo de 199,6 millones de dólares, y permitió trasladar fondos de adquisición del año fiscal 2025 al presupuesto de I+D, siempre con el fin de sostener el cronograma del E-7.

E-7 Wedgetail - USAF
E-7 Wedgetail de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF). Fuente: Boeing

A pesar del respaldo al Wedgetail, la nueva NDAA también autoriza la compra de cuatro E-2D Hawkeye, tal como había solicitado el Pentágono para compensar una eventual cancelación del E-7. El Senado había eliminado esta partida, pero la Cámara la mantuvo parcialmente y finalmente fue incluida en el proyecto unificado. Asimismo, el proyecto autoriza la totalidad de los 1.060 millones de dólares solicitados para los satélites de indicación de blancos móviles terrestres, considerados una pieza clave para futuras capacidades de vigilancia.

El debate en torno al E-7 Wedgetail también se desarrolla en un contexto internacional. En septiembre, el Ministerio de Defensa británico confirmó que Boeing construirá en Birmingham dos aeronaves para la USAF, en un contrato valuado en 46 millones de dólares. Este acuerdo marca el retorno de la industria aeronáutica del Reino Unido a la fabricación de aviones militares para EE.UU. después de más de 50 años y evidencia que la cadena de producción del E-7 sigue activa pese a la discusión presupuestaria en Washington.

Aunque persisten debates sobre su viabilidad operativa futura, el Congreso estadounidense avanza firme en su objetivo de evitar la cancelación y garantizar que el E-7 Wedgetail continúe su desarrollo como el próximo sistema AEW&C de la Fuerza Aérea.

*Imágenes a modo ilustrativo.

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