El pasado 29 de noviembre, la Fuerza Aérea de Austria dio a conocer que ha decidido completar la compra de un lote de 12 nuevos aviones Leonardo M346FA de diseño italiano con un coste unitario de 80 millones de euros, misma con la que podrá concretar el reemplazo de sus ejemplares Saab 105 que fueron dados de baja en el año 2020 generando una brecha de capacidades en materia de entrenamiento de pilotos. Acorde a la información publicada por la propia institución, la intención es que las entregas se completen para el año 2028, momento en el que se prevé poder desplegarlos en la Base Aérea de Linz-Hörsching.
Buscando argumentar la necesidad de llevar a cabo esta adquisición que en total requerirá la inversión de 1.500 millones de euros incluyendo aeronaves y elementos asociados, la Fuerza Aérea austríaca indicó que ello le permite avanzar en su estrategia de dos flotas por primera vez, con la que se busca disponer de dos sistemas complementarios para la defensa aérea del país. Particularmente, los cazas Eurofighter con los que ya contaba la institución tendrán a su cargo la vigilancia del espacio aéreo, mientras que los M346FA se usarían para las ya mencionadas misiones de entrenamiento de pilotos (tarea que en los últimos años se realizó en el extranjero); además de poder emplearlas como cazas ligeros en caso de que sea requerido.
Al respecto de esta cuestión, el comunicado oficial emitido por el Bundesheer apunta a que la iniciativa tuvo apoyo desde las carteras de Defensa y de Economía, lideradas por Klaudia Tanner y Wolfgang Hattmannsdorfer respectivamente. Para ambos funcionarios, la compra de estas aeronaves tendrá un doble impacto, tanto en el fortalecimiento de capacidades para la Fuerza Aérea como para las capacidades industriales locales que se involucrarían en contratos firmados en paralelo con Italia; por los que se espera ingresar un monto de 400 millones de euros abarcando áreas que incluyen la ingeniería aeroespacial y la digitalización, entre otras.
Para Viena no se trata de una cuestión menor, tal y como lo expresaba en el citado comunicado: “La industria de seguridad y defensa ya representa una parte importante de la economía austriaca. Alrededor de 11.000 personas trabajan directamente, y aproximadamente 20.000 más trabajan en empresas proveedoras. La facturación anual ronda los 3.300 millones de euros, unas 150 empresas están activas y la cuota de investigación y desarrollo (I+D) es del 7,5%.” En línea con ello, se indicó que la adquisición hasta ahora aludida se realizó tomando como modelos los procesos de compra de otros socios europeos de Austria con estructuras industriales similares, buscando con esto brindar un marco adecuado para la integración de empresas locales en el mercado de defensa.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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