A meses del final del despliegue del portaaviones nuclear USS Harry S. Truman en el Mar Rojo, nuevas investigaciones publicadas por la Armada de EE.UU. han señalado graves falencias en el entrenamiento de la tripulación y el funcionamiento de equipos, mismos que han derivado en la pérdida evitable de tres cazas F/A-18 Super Hornet pertenecientes a su ala embarcada. Principalmente, estos documentos apuntan a la colisión que protagonizó el mencionado buque con el barco mercante MV Besiktas-M en el Mediterráneo a inicios de este mismo año, tras lo cuál fue removido del mando el capitán Dave Snowden; aunque no es el único hecho listado en la investigación.

Siguiendo esa línea, las investigaciones realizadas por la US Navy recogen un total de cuatro incidentes que afectaron al portaaviones y sus aeronaves, como así también a sus buques escolta. El primero de ellos ocurrió el 22 de diciembre del 2024, con el crucero USS Gettysburg abriendo fuego hacia dos cazas que se acercaban al portaaviones para realizar su aterrizaje, específicamente con misiles SM-2. El segundo y tercer hecho tuvieron lugar en febrero de este año, refiriéndonos al antes mencionado choque contra un buque mercante y a una maniobra evasiva contra misiles hutíes, que derivaron en la caída de un Super Hornet desde el hangar de la nave. En mayo se registró el último incidente, con una aeronave que se fue por el borde de la cubierta mientras intentaba aterrizar a causa de un fallo en su gancho de cola.
En los cuatro incidentes listados, la investigación realizada por la Armada estadounidense señaló que se trataba de hechos que podían haber sido evitados, de allí las sanciones contra el otrora capitán de la nave y a otros miembros de la tripulación sin brindar mayores precisiones. Recogiendo algunas declaraciones brindadas por la institución a medios especializados locales: “Les aseguramos que se tomaron medidas de rendición de cuentas para todos los operadores involucrados en esto. Esto podría deberse a una reacción administrativa para retirarle la calificación de guardia a alguien y recalificarlo según los procedimientos administrativos de acuerdo con el Código Uniforme de Justicia Militar.“

Desglosando brevemente cada uno de los puntos listados, comenzando por el incidente de fuego amigo, la Armada de EE.UU. apuntó que una de las principales razones podría ser que el USS Gettysburg había estado operando separado del Grupo de Ataque, incluyendo ausencias de sus mandos en reuniones de planificación clave para el desarrollo de las operaciones. Ello habría derivado en que los comandantes de la nave no estuvieran al tanto por completo de los vuelos previstos desde el portaaviones, y teniendo en cuenta que se encontraban en un entorno hostil por los frecuentes ataques con drones hutíes, asumieron que se trataba de amenazas enemigas que debían ser neutralizadas; se habla también de fallos en el sistema de identificación de amigo-enemigo. En esta ocasión se perdío al primer Super Hornet.
Pasando al incidente de la colisión, los documentos recientemente publicados colocan el foco sobre un mal grado de preparación de la tripulación del portaaviones, particularmente en la comunicación entres estaciones y registros; también de fallas técnicas en el sistema de detección de buques cercanos. Como tal, el choque tuvo lugar en las cercanías de Port Said mientras el USS Harry Truman navegaba a una velocidad de 19 nudos cerca del mediodía del 12 de febrero, causando daños en la popa del portaaviones (que requirieron mas de 680 mil dólares para ser reparadas) en tanto el mercante se había incrustado sobre la línea de flotación aun cuando se intentó realizar maniobras evasivas ya tardías.

Ya tras este incidente, se registró la pérdida de otro F/A-18 y una tractor de remolque el 28 de abril, en lo que la Armada expresó que fueron fallas técnicas en el sistema de frenos del caza y de comunicación entre los tripulantes al momento de realizarse una maniobra evasiva frente a la amenaza de un misil entrante. La aeronave no había sido correctamente asegurada, mientras que la maniobra derivó en su deslizamiento por fuera del hangar y posterior caída al mar, causando pérdidas por mas de 36 millones de dólares y marinos heridos; uno de ellos el propio piloto que logró salir de la cabina justo a tiempo. En un segundo orden, el revestimiento antideslizante del suelo también fue notado con deterioro, lo que influyó en el incidente de forma negativa en la pérdida del segundo avión.
El último de los puntos registrados tuvo lugar el 6 de mayo, momento en el que un F/A-18 del Escuadrón de Cazas de Ataque (VFA) 11 intentó aterrizar en la cubierta pero su gancho de cola y los cables de frenado no lograron acoplarse correctamente, causando que la aeronave siguiera de largo y cayera hacia el mar; ambos pilotos lograron eyectarse a tiempo para salvarse. En detalle, se habla de que el cable no habría sido correctamente asegurado en el amortiguador de polea y se habría soltado durante la maniobra, incluso impactando a uno de los tripulantes y causándole laceraciones en el rostro. Se acusan fallas de mantenimiento y poca formación de los técnicos a cargo de garantizar la seguridad de la maniobra, considerando que pocos días atrás se había realizado una inspección de los equipos.
*Imágenes empleadas a modo ilustrativo
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No somos perfectos! Pero se de exigir más al marino. No deben pasar esos axidentes.
A ti se te debe exigir que mejores la ortografía, Alex Javier.
Jajajaja +1
El creer qué todo funciona perfecto hace que se desvirtue la ‘calidad total’ para esto no es nesesario exigir sino concientizar a cada marino de esa Nave