El submarino Galerna (S-71) de la Armada Española ha zarpado desde Cartagena rumbo al Mediterráneo para integrarse nuevamente en la ejercicio Sea Guardian, misión de seguridad marítima de la OTAN orientada a la vigilancia del entorno, la lucha contra el terrorismo y la prevención de actividades ilícitas en alta mar, asegurando la continuidad de la presencia naval española tras la reciente finalización del despliegue del S-81 Isaac Peral.

El Isaac Peral partió a mediados de octubre y recorrió más de 5.050 millas náuticas con 840 horas de inmersión, realizando escalas en Augusta (Sicilia), Alejandría (Egipto) y Souda (Creta). Estas maniobras conjuntas con marinas aliadas validaron la interoperabilidad del nuevo submarino y marcaron un hito para la industria naval española. Su regreso a Cartagena a finales de noviembre abrió paso al despliegue del Galerna, que asume ahora la responsabilidad de mantener la continuidad operativa en la misión.
El Galerna ya había participado en la operación Sea Guardian a principios de 2025, acompañado por la fragata Canarias, en un despliegue que reforzó la vigilancia marítima en el Mediterráneo central. Con más de cuatro décadas de servicio, el S-71 aporta experiencia y fiabilidad en escenarios submarinos complejos. Su tripulación, altamente entrenada, se integra en tareas de conocimiento del entorno marítimo, control de líneas de comunicación y apoyo a la lucha contra el terrorismo.
La operación Sea Guardian, en la que España participa de forma sostenida desde 2017, constituye un pilar de la seguridad marítima aliada. La presencia alternada de submarinos de distintas clases —el veterano Galerna y el moderno Isaac Peral— refleja la estrategia de la Armada Española de combinar capacidad probada y tecnología de vanguardia para garantizar la defensa de los intereses de la OTAN en el Mediterráneo.
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