Ante la próxima llegada de los primeros cazas F-16AM/BM Fighting Falcon en marco del programa Peace Condor, el Área Material Río Cuarto de la Fuerza Aérea Argentina se prepara para una jornada histórica. Designada como la primera morada de los nuevos cazas en territorio argentino, esta histórica unidad se ha convertido en un pilar clave dentro del proceso de modernización y fortalecimiento de las capacidades logísticas y de mantenimiento de la institución. Su papel resulta esencial para garantizar que el nuevo sistema de armas opere en condiciones óptimas y con pleno soporte técnico desde territorio nacional.
El Área Material Río Cuarto (ARMACUAR) cuenta con una extensa trayectoria que se remonta al 10 de agosto de 1944, cuando fue creado el Taller Regional Río IV en la localidad cordobesa de Las Higueras. En sus orígenes, la unidad se especializó en la inspección de los cazas Curtiss 75-O, expandiendo progresivamente sus capacidades hacia el mantenimiento de diversas aeronaves de la Fuerza Aérea, entre ellas los cazabombarderos Gloster Meteor, los bombarderos Avro Lincoln y Avro Lancaster, y de transporte Avro Lancastrian, Beechcraft AT-11, De Havilland DH-104 Dove, Vickers Viking, Bristol 170 Freighter y Douglas DC-3. A lo largo de las décadas, ARMACUAR se consolidó como un centro técnico de referencia en el país, acompañando cada etapa evolutiva de la aviación militar argentina.
Durante los años sesenta y setenta, la instalación amplió su experiencia con aeronaves como los entrenadores Morane Saulnier MS-760 Paris, cazabombarderos Douglas A-4B Skyhawk y F-86F Sabre, y los bombarderos Canberra BMk 62/64, además de los motores de los Beechcraft B-45 Mentor. En 1967, la creación del Instituto Provincial de Enseñanza Media N.º 258 “Ingeniero Francisco de Arteaga” fortaleció la formación de personal técnico especializado, mientras que en 1978 un grupo de técnicos de esta área de material viajó a Francia para capacitarse en el mantenimiento mayor de los sistemas Mirage III EA/DA y a Israel para los IAI Dagger/Finger, Mirage IIIC y Mirage 5A, consolidando a Río Cuarto como un polo estratégico en materia de ingeniería aeronáutica militar.
A partir de 1985, con la creación del Centro de Evaluación de Armamentos y Sistemas Operativos, la unidad asumió un nuevo rol en el desarrollo y pruebas de armamento, incluidos los sistemas asociados al A-4AR Fightinghawk tras su incorporación a la V Brigada Aérea en 1997. Desde entonces, el Área Material Río Cuarto se mantuvo como una pieza central en el sostenimiento y modernización de los principales sistemas de armas de la Fuerza Aérea, sumando experiencia en mantenimiento, logística, control de calidad y análisis operativo.
Hoy, esta tradición técnica y profesional cobra renovada importancia ante la inminente llegada de los F-16AM/BM. Las obras de reacondicionamiento del complejo, con una inversión superior a los $12.700 millones han concluido previo al arribo de las unidades. Los trabajos incluyeron la reparación integral de la pista principal, la modernización de plataformas, calles de rodaje, márgenes de operación y la instalación de sistemas de frenado por cable. Además, se incorporaron nuevas instalaciones de soporte electrónico y de aviónica, talleres de mantenimiento y un moderno sistema perimetral de seguridad.
El Grupo Construcciones de la Fuerza Aérea Argentina lideró este proceso, el cual permitió adecuar la infraestructura a los exigentes estándares operativos del F-16 Fighting Falcon. Entre las tareas se destacaron la mejora de los servicios de contraincendio, la rehabilitación del sistema de cable de arresto y la ampliación de los espacios logísticos y de mantenimiento. Todo esto permitió que ARMACUAR no solo esté en condiciones de albergar a los primeros seis cazas (cuatro F-16BM biplaza y dos F-16AM monoplaza), sino también de consolidarse como el núcleo logístico del sistema dentro del país.
En paralelo, la unidad también fue la encargada de recibir el material correspondiente al primer paquete logístico del programa Peace Condor, recientemente aceptado y verificado en Dinamarca por un equipo técnico argentino. Este lote inicial, que incluyó herramientas, repuestos y componentes críticos, fue descargado, inspeccionado y puesto en servicio por personal del Área Material Río Cuarto, marcando el inicio de la fase nacional de implementación del programa.
De esta forma, el ARMACUAR se proyecta como un punto neurálgico en la nueva etapa de la Fuerza Aérea Argentina. Su experiencia histórica, combinada con la modernización de sus instalaciones, la posiciona como el centro de mantenimiento y soporte más importante para los F-16 Fighting Falcon, un sistema de armas que simboliza la transición tecnológica más significativa de las últimas décadas. Con la llegada de las primeras aeronaves en los próximos días, Río Cuarto vuelve a ser protagonista del futuro aéreo del país.
*Fotografía de portada: Christian Beeckman Tremul para Zona Militar.
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Os aviões mais bonitos de toda América Latina! Parabéns Argentina!