Las Armadas de China y Vietnam completaron entre el 19 y el 20 de noviembre una nueva edición de sus patrullas navales conjuntas en el Golfo de Beibu, en cumplimiento de lo establecido en los acuerdos bilaterales vigentes y del cronograma anual de cooperación. La operación, correspondiente a la 39.ª patrulla , volvió a posicionarse como uno de los principales mecanismos de coordinación marítima entre ambos países en una área estratégica compartida.
De acuerdo a lo informado por diversos medios y Fuentes de Información Abierta (OSINT), por parte de la Armada del Ejército Popular de Liberación de China participó el Grupo de Tarea 989, integrado por una fragata Guangyuan (649) y la corbeta Tipo 056A Aba (630) , mientras que del lado de la Armada de Vietnam habrían intervenido dos fragatas clase Petya, de la Briagada 17, según destacan los observadores regionales.
Las unidades de las Armadas realizaron navegaciones coordinadas, ejercicios de comunicación táctica, procedimientos de identificación, aproximación controlada y maniobras de alerta marítima, con el objetivo de reforzar la interoperabilidad y la capacidad de respuesta conjunta. En particular, el 20 de noviembre, los buques de guerra de ambos lados realizaron un ejercicio conjunto de búsqueda y rescate, simulando un escenario en el que un buque pesquero de cada país se encontraba en peligro en el Golfo de Beibu.
Desde su puesta en marcha, estas patrullas binacionales han tenido como propósito mejorar la coordinación frente a contingencias y fortalecer canales de comunicación entre ambas armadas. La 39.ª edición mantuvo esta línea, integrado ejercicio orientados a la detección, seguimiento y evaluación de contactos de superficie, así como prácticas antisuperficie y antisubmarinas de nivel básico.
Por último, el Golfo de Beibu constituye un espacio marítimo de alto valor estratégico para China y Vietnam debido a su proximidad a los principales puertos, su relevancia para el comercio y tránsito marítimo. A diferencia de otras zonas del Mar de China Meridional marcadas por tensiones crecientes, el golfo cuenta con acuerdos específicos de patrullaje y mecanismos conjuntos para la gestión de incidentes, lo que ha permitido consolidar una dinámica de cooperación naval.
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