La visita de una delegación de la Royal Air Force (RAF) a instalaciones clave de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) no solo marcó un hito diplomático, sino que también dejó en evidencia el momento que vive el país en materia aeroespacial: un periodo de consolidación, madurez tecnológica y proyección estratégica. Las actividades, desarrolladas el 13 de noviembre en Santiago, se dieron en el marco de la Reunión Anual de Directores de Operaciones entre ambas instituciones, instancia que refuerza una relación histórica basada en cooperación técnica, formación y estándares operativos compartidos.

La jornada comenzó en la Dirección Espacial (DIRES), donde el Air Commodore Philip James Wadlow y los oficiales de la RAF Richard Timothy Howell y Christian Stanley Cornish recibieron una presentación detallada del Sistema Nacional Satelital (SNSat). Hoy, este programa es el corazón de la estrategia espacial chilena, articulando siete pilares que incluyen observación de la Tierra, comunicaciones satelitales, capacidades de misión, innovación tecnológica y apoyo a políticas públicas.
El recorrido posterior por el Centro Espacial Nacional (CEN) permitió a la delegación conocer físicamente el avance de estas capacidades. Laboratorios especializados, áreas de integración tecnológica, el Centro de Control de Misión y espacios destinados a investigación evidenciaron cómo la FACH ha logrado convertirse en protagonista de la política espacial chilena. Para la RAF, observar este desarrollo in situ supone un valor no menor, considerando que se trata de una de las fuerzas aéreas con mayor tradición en exploración y vigilancia espacial.
Ingeniería, sostenibilidad y aviación
La segunda parada fue la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado”. Allí, el Coronel de Aviación (A) Alejandro Arévalo expuso la evolución del proceso formativo institucional. Uno de los puntos más destacados fue la nueva carrera de Ingeniería Aeroespacial, impartida desde 2025 en conjunto con la Universidad Adolfo Ibáñez. La iniciativa representa un cambio profundo: por primera vez, los futuros Oficiales cuentan con una formación universitaria que integra ciencia espacial, aeronáutica avanzada e innovación tecnológica en un mismo programa.

A ello se suma el Proyecto Prado, un esfuerzo orientado a la sostenibilidad y a la investigación aplicada al cambio climático —un ámbito donde la información satelital y las capacidades aeroespaciales cumplen un rol decisivo—. La RAF pudo revisar también parte del proceso de instrucción práctica, incluyendo el uso de aeronaves T-35 Pillán y la futura incorporación del avión T-40 Newen, plataforma que modernizará la fase inicial de formación de vuelo.
El recorrido concluyó en el Grupo de Operaciones Espaciales (GOE), donde el Comandante de Grupo (TI) Luis Rocco presentó la Estación de Control Satelital y el trabajo de sus especialistas. Esta unidad, aún joven en relación con otras estructuras de la FACH, se ha convertido en un componente indispensable para la operación de los satélites nacionales y para el análisis estratégico derivado de ellos.
El Air Commodore Wadlow destacó tanto la calidad profesional del personal como la capacidad de la FACH para incorporar tecnología e investigación en áreas tradicionalmente dominadas por potencias aeroespaciales. Sus palabras no solo reconocen el avance técnico, sino también la rapidez con la que Chile ha escalado en un sector de alta complejidad.
Un vínculo estratégico en expansión

La visita de la RAF se enmarca en una relación que, aunque siempre ha sido cercana, en los últimos años ha tomado un rumbo más técnico y especializado. Para Chile, esta cooperación significa acceso a mejores prácticas, estándares operativos y posibles desarrollos conjuntos en materias de vigilancia, ciberseguridad, gestión del espacio y formación avanzada. Para el Reino Unido, abrir ventanas hacia capacidades emergentes en regiones estratégicas —como Sudamérica— constituye un interés creciente.
La jornada dejó claro que el país está lejos de ser un actor pasivo en el ámbito aeroespacial. La FACH, apoyada por instituciones académicas y organismos estatales, continúa construyendo un ecosistema tecnológico que combina soberanía satelital, profesionalización de sus cuadros y desarrollo científico. La visita de la RAF no solo reconoció este progreso: lo proyectó ante la comunidad internacional como un camino sólido, coherente y con ambición de futuro.
Fotos de nota y portada: FACH
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