Al cierre de la jornada de ayer, el Secretario de Guerra de EE.UU. Pete Hegseth anunció el inicio de Southern Spear, operación militar que estará dirigida contra organizaciones narcoterroristas que representan una amenaza para Washington. La noticia se da en medio de un incremento de medios y personal de EE.UU. en la región del Caribe, particularmente por la llegada del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford.
De acuerdo con la publicación realizada por Hegseth en X, el Secretario de Guerra estadounidense afirmó que Southern Spear será “…liderada por la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear y por el Comando Sur. Esta misión defiende nuestra patria, expulsa a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente. El hemisferio occidental es la vecindad de Estados Unidos, y la protegeremos…”.
Medios de EE.UU. también han reportado que el Presidente Donald Trump recibe a diario informes y evaluaciones sobre las opciones militares que podrían ejecutarse contra Venezuela. Desde la Casa Blanca aún no se ha oficializado una posición, ya que desde varios sectores temen que una ofensiva contra Maduro podría no tener los resultados esperados.
Pese a que desde Washington aún no se habría tomado una decisión, el despliegue de medios y personal de las Fuerzas Armadas de EE.U.. no ha cesado en la región del Caribe y zonas aledañas. La novedad más reciente fue el arribo al área de responsabilidad del Comando Sur del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford, formación que no solo aporta unidades de superficie sino que además suma una formidable capacidad con su Ala Aérea Embarcada.
La presencia de EE.UU. también incluye cazas de quinta generación F-35B Lightning II del Cuerpo de Marines, así como drones de ataque MQ-9, aeronaves desplegadas en Puerto Rico. Los Marines también han dispuesto una Unidad Expedicionaria, la cual se encuentra embarcada en buques anfibios LHD y LPD con personal, medios aéreos y terrestres respectivos.
También se ha registrado la presencia de diversos buques, embarcaciones y aeronaves asociadas a unidades de operaciones especiales de las Fuerzas Armadas de EE.UU., destacando recientemente el despliegue de lanchas de combate y asalto utilizadas por los equipos SEAL de la Armada de EE.UU. para operaciones encubiertas en zonas litorales.
Al refuerzo de medios en la región se suman aquellos que las Fuerzas Armadas de EE.UU. pueden desplegar desde el continente, como es el caso de los bombarderos B-52H Stratofortress y B-1B Lancer. La Fuerza Aérea de EE.UU. ha realizado una serie de vuelos de alto perfil o demostración en las últimas semanas, despliegues durante los cuales los mencionados aviones estratégicos sobrevolaron aguas del litoral venezolano, operando a menos de 100 kilómetros de su costa.
La presión sobre Venezuela también ha acarreado algunos cortocircuitos entre Washington y sus aliados. El Reino Unido y Francia han manifestado sus preocupaciones ante una posible escalada y la legalidad de las posibles acciones militares. Reportes recientes indicaron que, ante esta situación, se habrían puesto en pausa algunos canales de intercambio de información, mermando la conciencia situacional de EE.UU. en la región.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: USMC – Sgt. Tanner Bernat
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