Durante el curso del pasado 7 de noviembre, unidades de Fuerzas Especiales que operan para la Marina de Brasil han realizado ejercicios de preparación para garantizar la seguridad de la 30ma Conferencia de las Partes, misma que reúne delegaciones de un amplio abanico de países para debatir cuestiones relativas al cambio climático. Según ha informado la institución, ello implicó la realización de un simulacro de asalto sobre el crucero “Costa Diadema” ocupado por fuerzas enemigas en la región de Belém, buscando con ello reforzar las capacidades para actuar en ayuda de embarcaciones civiles que podrían llegar a tomarse como blancos de ataques terroristas.
En detalle, la Marina de Brasil apuntó que la actividad involucró a un helicóptero UH-15 Super Cougar, el cuál realizó una maniobra de aproximación al barco objetivo a baja altitud para situarse en posición de poder desplegar a un equipo de Fuerzas Especiales; a unos siete metros de la cubierta. En dicha instancia, los operadores que conformaban la unidad desplegaron cuerdas para acceder al barco rápidamente, tras lo cuál se procedió a realizar una búsqueda de potenciales amenazas y al rescate de aquellos que simulaban ser rehenes del enemigo.
Mas aún, la institución indicó que para la operación se requirió el despliegue de efectivos pertenecientes a la agrupación de Comandos Anfibios, como así también de los Buzos de Combate del Cuerpo de Marines que se especializan en misiones de alta complejidad, reconocimiento y contraterrorismo. Además, la ocasión supo ser una oportunidad única para los operadores brasileños, en tanto se contaba con un crucero civil de gran tamaño para las prácticas que debían realizar, algo que no siempre está disponible para las fuerzas participantes.
Recogiendo algunas declaraciones oficiales al respecto, es posible citar al teniente comandante Victor Hugo, quién se desempeñó como coordinador del ejercicio de adiestramiento hasta ahora aludido: “En caso de una situación de crisis a bordo, puede ser necesario empelar equipos tácticos de operaciones especiales como último recurso para intervenir y resolverla, restableciendo en última instancia la seguridad y la paz a bordo.”
Por otra parte, cabe recordar que en línea con la realización de la citada 30ma Conferencia de las Partes, la Fuerza Aérea de Brasil también puso en marcha un amplio operativo de refuerzo de la seguridad del espacio aéreo de Belém. Coordinada por el Comando de Operaciones Aeroespaciales (COMAE), la institución desplegó a sus cazas F-5M, a sus aviones de ataque A-29 Super Tucano y un amplio abanico de plataformas de apoyo y vigilancia; incluyendo a un avión de reabastecimiento Embraer KC-390 Millennium y a un Embraer E-99 destinado a misiones de alerta temprana y control. En suma, se desplegaron helicópteros Sikorsky H-60L Black Hawk para misiones de transporte y rescate, completando así el dispositivo de seguridad dispuesto para la ocasión.
Imágenes de portada y nota: Marina de Brasil
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