En el día de ayer, la aplicación Flightradar24 para el seguimiento de vuelos registró nuevamente la presencia de dos bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress pertenecientes a la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF) realizando un vuelo de patrulla en las cercanías del espacio aéreo de Venezuela. Las aeronaves, identificadas con los indicativos TITO41 y TITO42, fueron detectadas a unos 70 kilómetros de la costa, en lo que constituye la cuarta demostración de presencia de este tipo por parte de Washington en la región durante los últimos meses.
De acuerdo con la información disponible, los bombarderos B-52H despegaron desde la base aérea de Minot (Dakota del Norte) antes de dirigirse hacia el Caribe occidental, donde ejecutaron un extenso recorrido paralelo a la costa norte de Venezuela. Durante la misión, las aeronaves viraron al noroeste de Caracas y posteriormente retomaron rumbo norte, mar adentro, completando su perfil de patrulla sobre aguas internacionales.
Según lo señalado por fuentes militares estadounidenses, la actividad de los bombarderos se inscribe dentro de las operaciones de patrullaje y vigilancia aérea que el Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM) coordina desde el mes de septiembre, en apoyo a la campaña contra organizaciones criminales transnacionales y la lucha contra el narcotráfico.
En este punto es importante mencionar que este tipo de misiones, enmarcadas en las operaciones de la Fuerza de Tarea de Bombarderos (Bomber Task Force Flight), forman parte de la estrategia de presencia global de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que busca mantener capacidades de despliegue rápido y de proyección estratégica en los principales teatros operativos del hemisferio occidental.
El vuelo del jueves se suma a otras incursiones recientes de aeronaves estadounidenses de largo alcance. En mediados de octubre, otro par de B-52H Stratofortress fueron detectados siguiendo un patrón de vuelo similar frente a tan solo 160 kilómetros de la capital Caracas. En aquella oportunidad, las aeronaves fueron escoltadas por cazas F-35B del Cuerpo de Marines, reflejando las capacidades que el Comando Sur de los Estados Unidos a incorporado en las últimas semanas. Asimismo, bombarderos estratégicos Rockwell B-1B Lancer también realizaron operaciones en el Caribe, bajo un esquema de entrenamiento conjunto y disuasión regional.
Si bien el Pentágono enmarca estas actividades dentro de su política de “presencia dinámica” y cooperación hemisférica, para analistas regionales estos vuelos constituyen también una señal de fuerza y reafirmación de presencia militar en un área donde Estados Unidos mantiene una vigilancia constante y despliegue sostenido.
Imagen de portada ilustrativa. Créditos: USAF
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