Con un despliegue que combinó liderazgo, disciplina y exigencia física, el Seminario de Mando 2025 marcó el cierre de una etapa clave en la preparación de los oficiales que asumirán el mando de sus respectivas unidades durante el próximo año. La actividad, desarrollada en la Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro” (BOE) de Ejército de Chile, tuvo como eje la validación de las Habilidades Básicas de Combate y la certificación de especialidad de paracaidista, consolidando la capacidad operativa y el liderazgo en terreno del personal participante.
La Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales (ESCPAR y FEs) fue escenario del inicio de la jornada. Los participantes comenzaron con la instrucción de equipamiento y recuperación de paracaidistas, continuando con ejercicios técnicos en las canchas de Caída de Aterrizaje y Procedimientos de Aeronave, donde cada movimiento, control y maniobra se ejecutó con precisión milimétrica.

Culminada la fase terrestre, los paracaidistas se trasladaron al Aeródromo “Peldehue” para ejecutar el salto de certificación, una instancia que simboliza no solo la destreza técnica, sino también la confianza y cohesión entre compañeros de armas.
Resistencia, precisión y mando
El entrenamiento continuó con una marcha de 10 kilómetros con equipo completo, exigencia física que puso a prueba la resistencia y el trabajo en equipo. La jornada concluyó en el Polígono de Autocontrolado, donde se ejecutaron dos lecciones de tiro con cinco blancos visibles, reafirmando las capacidades tácticas y de precisión del personal.
El Coronel Hernán Ramírez B., quien asumirá el mando del Destacamento Motorizado N.°11 “Caupolicán”, destacó la relevancia de este tipo de instancias formativas: “Este entrenamiento nos permitió fortalecer y validar las habilidades básicas de combate con las que uno tiene que entrenar y exigir a su unidad. Los principales desafíos están en mantener y fortalecer la operatividad, el entrenamiento y los despliegues en las distintas misiones militares, donde el ejemplo personal, la disciplina y la cohesión son fundamentales para la acción de mando”.
El Seminario de Mando no solo tuvo un carácter técnico y operativo, sino también formativo y simbólico. La coordinación entre la BOE, la BAVE y la ESCPAR y FEs permitió una ejecución impecable, orientada a reforzar el espíritu de cuerpo, la resiliencia y el liderazgo efectivo de quienes pronto estarán al frente de sus tropas.
Más que una actividad de instrucción, este seminario representó una validación del liderazgo basado en el ejemplo y la acción, principios esenciales en la conducción de unidades operativas. La combinación de instrucción técnica, exigencia física y trabajo conjunto reflejó la esencia del mando moderno: líderes capaces de actuar, inspirar y decidir desde el terreno.
Con esta jornada, se dio por finalizado el ciclo de los Seminarios de Mando 2025, reafirmando que el liderazgo militar no se enseña únicamente en las aulas, sino que se forja en el campo, bajo la presión del esfuerzo, la precisión y la confianza mutua.
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