Con el objetivo de reforzar sus capacidades de combate, Francia daría un nuevo impulso a su flota de cazas con la adquisición de 60 nuevos Dassault Rafale. Según lo previsto en el proyecto de presupuesto de defensa 2026, el Ministerio de las Fuerzas Armadas planea elevar la flota total a 286 aeronaves, frente a las 225 actualmente operativas, fortaleciendo así los medios del Ejército del Aire y del Espacio y de la Marina Nacional. La medida busca, además, compensar pérdidas recientes, como el siniestro de dos cazas Rafale en agosto de 2024— y mantener la coherencia con los objetivos establecidos en la Ley de Programación Militar (LPM) 2024-2030.

Hasta ahora, la planificación estratégica francesa contemplaba un parque de 225 cazas Rafale, distribuidos en 185 para el Ejército del Aire y 40 para la Marina, conforme al Libro Blanco de Defensa y Seguridad Nacional de 2013 y la LPM 2019-2025. Sin embargo, el incremento de misiones internacionales y la evolución de las amenazas aéreas y marítimas llevaron a reconsiderar esta meta. El nuevo planteo presupuestario apunta a sostener la capacidad operativa de la fuerza y acompañar el retiro progresivo de los Mirage 2000D, aeronaves que han servido durante décadas en las filas francesas.

La decisión se enmarca en un contexto de pleno crecimiento para Dassault Aviation, que en octubre de 2025 celebró la fabricación del Rafale número 300, un logro que simboliza la madurez y dinamismo del programa. Con 533 pedidos confirmados por parte de Francia, India, Indonesia y Serbia, la compañía atraviesa una etapa de producción acelerada y expansión global. Este avance refleja tanto la eficacia operativa del Rafale como el desarrollo de una amplia red industrial compuesta por más de 400 empresas locales, que refuerza la soberanía tecnológica y la capacidad exportadora de Francia. Dassault prevé incrementar su ritmo de producción a cuatro aeronaves mensuales para atender los compromisos asumidos.

De forma paralela, la compañía y sus socios trabajan en la nueva versión del caza Rafale F5, que se proyecta como el futuro pilar del poder aéreo francés durante la próxima década. Este estándar introducirá mejoras significativas en aviónica, sensores, sistemas de armas y en la integración con drones de combate acompañantes, en línea con los requerimientos del programa SCAF (Sistema de Combate Aéreo del Futuro). Una de las principales innovaciones será la incorporación del motor M88 T-REX, desarrollado por Safran Aircraft Engines.Presentado en el Salón Aeronáutico de París 2025, el nuevo propulsor ofrecerá un 20% más de empuje, alcanzando las 9 toneladas métricas con postcombustión, lo que permitirá al Rafale F5 operar con mayor autonomía, eficiencia y carga útil.

Foto: USAF – Senior Airman Joshua A. Hoskins

El T-REX acompañará la integración de un arsenal de nueva generación, entre ellos el misil nuclear ASN4G, sucesor del ASMPA, un futuro misil de crucero convencional que reemplazará al SCALP, y un misil antibuque hipersónico derivado del AM-39 Exocet. Estimando su entrada en servicio para inicios de la próxima década, la versión F5 representa la evolución natural de una aeronave que ha demostrado su versatilidad en misiones de superioridad aérea, ataque táctico y disuasión estratégica.

*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.

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