Confirmando lo que fue reportado el pasado 21 de agosto, el Ejército de EE.UU. anunció durante la feria AUSA (Association of the United States Army) que optó por avanzar en la compra de 86 nuevos camiones pesados M917A3 a la compañía Mack Defense, misma que se constituiría como el primer paso de una adquisición que podría llegar a extenderse por un total de hasta 450 ejemplares. El acuerdo marco, adjudicado a la compañía durante el pasado mes de junio, implica una inversión de unos 221.8 millones de dólares por parte de Washington con el fin de reforzar la flota encargada por la institución que ya supera las 500 unidades.

Ampliando en detalles al respecto, cabe recordar que este tipo de vehículos son utilizados por el Ejército estadounidense para un diverso abanico de tareas, incluyendo el apoyo a la construcción de bases militares y su mantenimiento, como así también el transporte de suministros esenciales en situaciones de desastres naturales. Tomando como base a los chasis Mack Granite, la variante modificada para su uso militar que fue adquirida por el US Army cuenta con ejes reforzados, tracción completa y suspensión elevada, lo cuál se ve complementado por cabinas opcionales con protección reforzada para la tripulación.

Más aún, podemos afirmar que los vehículos 8×8 en cuestión cuentan con un motor diésel MP8, el cuál le brinda una potencia de 440 caballos de fuerza; alimentado por los mas de 93 galones de combustible que puede portar. Es conocido también, que los M917A3 van equipados con un sistema de transmisión automática Allison 4500 de seis velocidades, sumado a un eje de dirección asistida que facilita su manejo en terrenos accidentados. En términos de carga útil, cada ejemplar puede portar hasta 27 toneladas, aunque si se le integra la cabina blindada antes mencionada este valor se ve reducido en aproximadamente 2.5 toneladas.

Al respecto de estas virtudes el presidente de Mack Defense, David Hartzell, afirmaba: “Los vehículos militares de nueva generación requieren la movilidad y versatilidad superiores en todos los terrenos y misiones que ofrecen los camiones militares Mack. Y ahora, más que nunca, el Departamento de Guerra de EE. UU. necesita fabricantes confiables en los que pueda confiar para ofrecer soluciones probadas y de bajo riesgo, respaldadas por un soporte integral durante todo el ciclo de vida para una disponibilidad sostenida.”

Por otra parte, pensando mas allá del aspecto técnico y adentrándonos en el estratégico, los camiones son considerados por los analistas locales como un elemento clave para que el Ejército de EE.UU. pueda aportar a la tendencia de construir nuevas infraestructuras en escenarios críticos para la competencia entre potencias de la cuál Washington es parte. En particular, se destaca que los camiones serán de utilidad para este tipo de trabajos en Europa y en el Indo-Pacífico, donde el Regimiento de Ingenieros de la fuerza deberá emplearlos en el futuro cercano.

Finalmente, resulta de utilidad mencionar que al entender de medios locales, la decisión del Ejército estadounidense respecto de anunciar la compra durante la feria AUSA es una señal para mantener la modernización de la flota terrestre de vehículos entre sus principales prioridades. El hecho de que el contrato alcanzado entre las partes se extienda por un plazo de cinco años, es también considerado como una muestra de previsibilidad para los proveedores involucrados en su fabricación, algo especialmente necesario en tiempos donde con frecuencia se denotan cambios en los presupuestos de defensa.

*Imágenes empleadas a modo ilustrativo

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