En el marco del finalizado ejercicio multinacional UNITAS 2025, el buque de combate litoral USS Cooperstown (LCS-23) de la Armada de los Estados Unidos (US Navy) participó en una serie de pruebas y demostraciones orientadas al empleo de sistemas autónomos y remotos, marcando un hito en la integración de estas tecnologías dentro de un entorno operativo combinado.
De acuerdo con información oficial, la armada estadounidense aprovechó las distintas fases del ejercicio —desarrollado en la costa este de los Estados Unidos— para evaluar 19 sistemas autónomos, incluyendo plataformas de superficie no tripuladas como el Global Autonomous Reconnaissance Craft (GARC), vehículos submarinos autónomos (UUV) y aeronaves no tripuladas (UAV), todos ellos integrados a las operaciones de unidades tripuladas mediante enlaces de datos y sistemas de comando conjunto. Entre estos sistemas se mencionan los LASSie, Orca, y V-BAT.
Las pruebas realizadas durante UNITAS 2025 se concentraron en el empleo de estos sistemas para tareas de reconocimiento automático de objetivos, guerra antisubmarina, vigilancia costera y logística táctica, incorporando herramientas de inteligencia artificial (IA) y machine learning destinadas a acelerar los ciclos de decisión y aumentar la eficiencia en la recopilación y procesamiento de datos.
En diálogo exclusivo con Zona Militar, el Comandante de la Cuarta Flota de los Estados Unidos, Contralmirante Carlos Sardiello, destacó la relevancia de estas experiencias dentro del proceso de transformación tecnológica que está atravesando el poder marítimo.
“La naturaleza de los conflictos está evolucionando. Y estamos aplicando las lecciones de tecnología que están disponibles hoy, para avanzar rápidamente una fuerza complementaria a los poderes marítimos convencionales, que son sistemas remotos y autónomos”, explicó el contralmirante.
Sardiello agregó que el eje no está solo en los equipos, sino en la capacidad de procesar información en tiempo real:
“No se trata sólo de los sistemas, sino de los datos, y cómo los procesas para permitir la velocidad de decisión, para que puedas quedarte dentro de la habilidad del enemigo para responder”.
El USS Cooperstown, asignado a la Fleet Forces Command, desempeñó un papel central en estas operaciones al actuar como plataforma nodal de enlace para varios de los sistemas desplegados. Entre las capacidades evaluadas se incluyeron las redes de comunicación distribuida, sensores automáticos para detección de amenazas y procesadores de datos tácticos embarcados que permiten coordinar operaciones entre unidades tripuladas y no tripuladas.
En sus palabras finales a Zona Militar, el comandante de la Cuarta Flota subrayó el valor de los resultados alcanzados:
“Por ejemplo, 19 sistemas remotos y autónomos se han empleado en este ejercicio, que no creo que haya sido hecho a nivel mundial (…). En muchos casos, son funciones mundanas que pueden ser realizadas por sistemas remotos y autónomos. Así que es un mundo común y estamos apreciando esa tecnología para quedarnos adelante de nuestras habilidades.”
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