De cara a lo que sería la segunda adquisición de un cliente internacional para la plataforma, China estaría ultimando detalles para concretar la venta de 20 nuevos cazas J-10CE a la Fuerza Aérea de Bangladesh, en una operación que requeriría la inversión de unos 2.200 millones de dólares por parte de dicha institución. Se trata de una potencial operación enmarcada dentro del programa de modernización que está encarando dicha fuerza, la cuál cuenta en la actualidad con unos 44 aeronaves de combate, siendo 36 de estos antiguos cazas del modelo J-7 que en la actualidad Pekín está reconvirtiendo en drones.

Ampliando en detalles sobre el posible acuerdo, los reportes locales indican que en caso de concretarse este se ejecutaría entre los años fiscales 2026 y 2027, agregando que además de los aviones este también incluiría capacitación para los efectivos de la Fuerza Aérea de Bangladesh y apoyo en tareas de mantenimiento. Si bien en la actualidad no se ha confirmado si será un contrato de compra directa o de gobierno a gobierno, se espera que los pagos se puedan realizar en un esquema distribuido en diez años fiscales, lo que permitiría aligerar la carga sobre el limitado presupuesto bangladesí.

Por otra parte, cabe destacar que el modelo J-10CE de origen chino habría ganado una mayor preponderancia en el proceso de selección gracias a su participación en el conflicto indio-pakistaní que tuvo lugar este mismo año, especialmente tras los reportes que indicaban sus derribos de cazas Rafale de diseño francés. Agregado a ello, se destaca el costo unitario relativamente bajo con el que serían adquiridas estas aeronaves en su variante de exportación, mismo que rondaría los 60 millones de dólares según recoge la Oficina del Asesor Principal bangladesí.

Desde una mirada de las características técnicas que hacen a la plataforma, la posible llegada de los J-10CE representarían sin dudas un importante salto de capacidades para la Fuerza Aérea de Bangladesh, cuya aviación de caza cuenta con una columna vertebral compuesta por los mencionados y antiguos modelos J-7 (fabricados bajo licencia tomando la base de los MiG-21); complementados por un reducido número de ocho cazas MiG-29B. Entre sus principales bazas, se halla la integración de avanzados radares AESA, como así también de los misiles aire-aire PL-10 y BVR PL-15 en sus variantes mas avanzadas. Estos últimos son de hecho los que habrían sido empleados por los pilotos pakistaníes para derribar a los Rafale indios.

Hasta el momento, el principal obstáculo que resta por dilucidar yace en el posicionamiento geopolítico que la compra implicaría a los ojos del gobierno bangladesí, considerando la gran competencia existente entre China y los EE.UU. Puesto en palabras del general retirado ANM Muniruzzaman, quién se desempeña como presidente del Instituto de Estudios de Paz y Seguridad de Bangladesh: “Hoy en día se ha formado en el mundo un nuevo tipo de división geopolítica, por lo que debe analizarse el impacto geopolítico antes de comprar aviones de cualquier país. Especialmente ahora, hay tensión entre Estados Unidos y China. Hay que tenerlo en cuenta, aunque nuestra necesidad de aviones de combate es innegable.”

*Imágenes empleadas a modo ilustrativo

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