Tras completar históricas visitas a Alemania y el Reino Unido, mismas que se constituyen como las primeras en concretarse desde la fundación de la institución, los cazas F-15J pertenecientes a la Fuerza Aérea de Autodefensa han culminado el viaje de regreso a Japón para así dar por cerrado el despliegue Atlantic Eagles. Partiendo desde el continente europeo, las aeronaves realizaron una breve escala en la base aérea de Eielson situada en Alaska desde dónde finalmente se dirigieron a territorio nipón, la cuál fue a su vez el primero de los puntos seleccionados para llevar a cabo el viaje de ida.
En su comunicación oficial, la Fuerza Aérea de Autodefensa japonesa destacó que esta última escala se configuró una nueva oportunidad para profundizar la cooperación ya estrecha que existe entre Tokio y Washington, en la que se pudieron realizar distintos intercambios de procedimientos entre los pilotos y técnicos nipones y sus pares estadounidenses. Recogiendo algunas de sus escuetas declaraciones oficiales al respecto: “Seguiremos fortaleciendo aún más la capacidad de respuesta y disuasión de la alianza Japón-EE.UU., contribuyendo a la paz y estabilidad de la región.“
Cabe recordar en este punto, que esta ha sido la esencia del despliegue Atlantic Eagles en su conjunto, la visita de aeronaves japonesas a los principales aliados en materia de defensa que tiene el país en América del Norte y Europa para reforzar el vínculo que los une; de algún modo retribuyendo las visitas previas que estos han llevado a cabo al país asiático en los años recientes. En detalle, la travesía de la fuerza desplegada los llevó desde su punto de partida en la base aérea de Chitose situada en la prefectura japonesa de Hokkaido, hasta la ya mencionada base estadounidense de Eielson, la canadiense de Goose Bay, la británica RAF Coningsby y la germana de Laage. En ninguna de ellas se realizaron importantes ejercicios militares, sino mas bien visitas de buena voluntad que reflejan el compromiso de Tokio con sus aliados.
Ya durante el curso del día de ayer, la fuerza dio a conocer que el grupo de aeronaves se encontraba de regreso en la propia base aérea de Chitose, lo que implicó el cierre formal del despliegue aludido. Al respecto fue comunicado lo siguiente: “Los aviones de combate han concluido su visita de amistad a Norteamérica y Europa y han llegado a la base aérea de Chitose. Gracias a esta visita de amistad, la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón pudo encarnar el reconocimiento de que la seguridad de Europa, el Atlántico y el Indo-Pacífico es indivisible y está interrelacionada. Gracias por su apoyo.“

Finalmente, ha de resaltarse que del despliegue Atlantic Eagles participaron un total de cuatro cazas F-15J japoneses, complementados a su vez por dos aviones de apoyo Kawasaki C-2 encargados de transportar material y personal asociados a la misión; tratándose particularmente de los ejemplares mas modernos que componen la actual flota nipona. Además, se conoce que Japón también movilizó aeronaves del tipo KC-46 y KC-767, las cuáles han tenido a su cargo la labor de reabastecer a los cazas durante los largos vuelos que hacían a las diferentes etapas de la operación.
*Créditos de las imágenes: Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón
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