En el marco de la Operación Atlas 2025, la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) reforzó su presencia en la región amazónica con el despliegue de aeronaves Embraer P-95 Bandeirulha, especializadas en misiones de vigilancia y patrulla marítima. Esta nueva fase del ejercicio, coordinado por el Ministerio de Defensa, busca fortalecer la protección de la Amazonia mediante la acción conjunta de la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea, en un escenario considerado clave para la defensa y la soberanía nacional.
El P-95 Bandeirulha, perteneciente al Tercer Escuadrón del Séptimo Grupo de Aviación (3º/7º GAV) –conocido como Escuadrón Netuno– y con asiento en la Base Aérea de Belém, se integró a las operaciones en la desembocadura del río Amazonas, en el estado de Pará. Su misión principal es ejecutar patrullas marítimas en coordinación con el Buque Multipropósito NAM Atlántico (A-140) de la Marina de Brasil, contribuyendo al control de las aguas jurisdiccionales y al refuerzo de la seguridad en el entorno marítimo.

La incorporación de este sistema en la Operación Atlas representa un aporte significativo a la interoperabilidad de las Fuerzas Armadas brasileñas. El Bandeirulha amplía la capacidad de monitoreo y la provisión de datos en tiempo real, herramientas esenciales para planear y ejecutar operaciones conjuntas. Según el Mayor Aerotécnico Bernardo Maia, del 3º/7º GAV, la integración del P-95 eleva la eficiencia de las misiones y demuestra la importancia de coordinar medios aéreos y navales en escenarios de alta exigencia.
El Embraer EMB-111 P-95 Bandeirulha es un bimotor turbohélice derivado del EMB-110 Bandeirante, diseñado específicamente para patrulla marítima. Está equipado con dos motores Pratt & Whitney Canada PT6A-34 de 750 shp cada uno, lo que le permite alcanzar una velocidad de crucero de aproximadamente 385 km/h, con un techo de servicio cercano a los 7.200 metros. Posee un alcance operativo superior a los 2.700 kilómetros, lo que lo convierte en un recurso fundamental para la vigilancia de extensas áreas marítimas y fluviales en el litoral norte de Brasil.

Estas aeronaves fueron sometidas a un proceso de modernización que dio lugar a la variante P-95BM, equipada con aviónica digital, radar Seaspray 5000E, capaz de detectar objetivos navales hasta 370 km y seguir simultáneamente 200 blancos, sistemas FLIR, comunicaciones satelitales y una suite de guerra electrónica con contramedidas. Estas mejoras incrementaron sustancialmente sus capacidades de vigilancia, reconocimiento y control de áreas marítimas, asegurando su vigencia operativa en escenarios modernos de defensa.
Dias atrás, tres aviones de ataque AMX A-1M del Escuadrón Poker (1º/10º GAv), con base en Santa María, fueron trasladados a Boa Vista (Roraima) para entrenamientos de apoyo aéreo en coordinación con Guías Aéreos Avanzados en marco de la Operación Atlas. También participan aeronaves A-29 Super Tucano del Escuadrón Escorpión, cuya versatilidad complementa al A-1M y aporta variedad de perfiles operativos, incrementando el realismo y la exigencia de los escenarios de adiestramiento.
El ejercicio, que en esta segunda fase se desarrolla en los estados de Amazonas, Pará, Roraima y Amapá, contempla maniobras conjuntas y el traslado estratégico de tropas y materiales desde distintas regiones hacia la Amazonia. El objetivo es evaluar la capacidad de movilidad de las Fuerzas Armadas y probar la eficacia de un sistema de Comando y Control en un entorno logísticamente complejo y de alta relevancia geopolítica.
*Imágenes empleadas con carácter ilustrativo. Créditos: Fuerza Aérea Brasileña.-
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Para quem não sabe, foi essa aeronave que o Brasil emprestou a Argentina na guerra das Malvinas, a aeronave e a tripulação também. Nossa amizade vem de longa data