En el marco del programa de portaaviones de nueva generación (PA-NG), la Marina Nacional francesa alcanzó un paso decisivo con el inicio de la construcción de los reactores nucleares K-22, que constituirán el sistema de propulsión del futuro reemplazo del Charles de Gaulle (R-91). La ceremonia de soldadura de la primera lámina de acero de los compartimentos contenedores se realizó el pasado 25 de septiembre de 2025 en las instalaciones de Naval Group en Cherburgo, marcando el comienzo de una fase crítica en la fabricación del nuevo portaaviones.
Los módulos de acero destinados a alojar los reactores K-22 representan un desafío industrial sin precedentes para la industria naval francesa. Con 14 metros de altura, 13 metros de diámetro y un peso de aproximadamente 1.300 toneladas cada uno, fueron diseñados por TechnicAtome bajo supervisión de la Comisión de Energía Atómica y Energías Alternativas (CEA). Su construcción en Cherburgo refleja la capacidad técnica de Naval Group, tradicionalmente dedicada a la producción de submarinos, y ahora volcada en un programa estratégico de alcance nacional.

El desarrollo del PA-NG no solo supone la continuidad de la experiencia francesa en propulsión nuclear , experimentada a lo largo de más de medio siglo en submarinos nucleares y consolidada con el portaaviones Charles de Gaulle, heredero del Foch (R-99) y Clemenceau (R-98), sino también la incorporación de soluciones tecnológicas inéditas para un portaaviones europeo. Según destacó Philippe Bahurel, director del programa, “el diseño de estos compartimentos constituye un reto mayor al del Charles de Gaulle, ya que cumplen una función estructural y de protección que en los submarinos recae en el casco resistente”. En sus palabras, la integración al buque se asemeja al ensamblaje de “muñecas rusas”, dado que las salas nucleares se insertarán dentro de estos módulos antes de ser incorporadas al casco.
La fabricación comenzó por la base de los compartimentos, considerada la parte más compleja y exigente en términos de calderería naval. Para ello, Naval Group capitaliza la experiencia acumulada en la construcción de las salas K-15 del Charles de Gaulle y de la flota de submarinos, ahora adaptada a los requisitos de los reactores K-22. Este proceso se sustenta en contratos clave adjudicados en abril de 2024 por un valor de 600 millones de euros: Naval Group se encargará de la industrialización, Chantiers de l’Atlantique de la preparación de instalaciones en Saint-Nazaire, y TechnicAtome del diseño y supervisión técnica.

El cronograma del programa refleja su magnitud: iniciado en 2018 con estudios preliminares, avanzó con los anteproyectos de 2021 y los estudios de detalle en 2023. Tras la actual fase de construcción, se prevé que las pruebas de mar comiencen en 2036 y que la entrada en servicio tenga lugar en 2038, coincidiendo con el retiro del Charles de Gaulle. De este modo, Francia garantizará la continuidad de su capacidad aeronaval de propulsión nuclear, asegurando un portaaviones de mayor porte y prestaciones superiores.
Con una eslora cercana a los 300 metros, un desplazamiento de entre 70.000 y 75.000 toneladas y un diseño compatible con sistemas de armas aliados, el PA-NG podrá operar un ala aérea compuesta por hasta 32 cazas de nueva generación, aviones E-2D Advanced Hawkeye y drones embarcados. Sus catapultas electromagnéticas EMALS, de 90 metros de longitud, suministradas por General Atomics, junto con el radar Thales SeaFire y los misiles antiaéreos Aster integrados en el sistema PAAMS (Principal Anti-Air Missile System), consolidarán al futuro PA-NG como el buque insignia de la Marina francesa.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
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Para cuándo uno argentino, creo que tenemos todos los recursos para fabricarlo