A través de recientes declaraciones del Ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, el país báltico manifestó estar preparado para recibir en su territorio a los futuros cazas furtivos F-35A que la Real Fuerza Aérea británica (RAF), los cuales sería adquiridos por el Reino Unido con la capacidad de lanzamiento de armamento nuclear provisto por Estados Unidos. La declaración se produce tras la incursión el pasado 19 de septiembre de tres interceptores MiG-31 de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, los cuales violaron por espacio de doce minutos espacio aéreo del país.

Días atrás el escenario europeo volvió a convulsionarse tras los hechos sucedidos en Polonia, cuando Estonia confirmo que su espació aéreo fue violado por aeronaves militares de la Federación Rusa. El episodio involucró a tres interceptores MiG-31 de la Fuerzas Aeroespaciales Rusas (VKS), los cuales realizaron un vuelo de doce minutos sobre la isla de Vaindloo, ubicada en el Golfo de Finlandia, siendo interceptados tardíamente por aviones de combate de las Fuerzas Aéreas de Suecia e Italia.
A raíz del hecho, y emulando lo realizado días atrás por el gobierno de Polonia, Estonia inició toda una serie de mecanismos planteados dentro de la organización de la OTAN, destacando la invocación del Artículo N°4 del Tratado de Washington, por el cual “los aliados deben reunirse para consultas cuando uno de ellos considere que su integridad territorial, independencia política o seguridad están en riesgo”.

Como resultado, los miembros de la alianza emitieron una fuere advertencia: en caso de una nueva violación del espacio aéreo, están preparados para derribar aeronaves rusas. Por otro lado, la OTAN calificó el episodio como “parte de un patrón más amplio de comportamiento ruso cada vez más irresponsable”, subrayando la creciente tensión en la frontera oriental de Europa.
A la par de esta decisión, y teniendo como escenario la Operación Eastern Sentry, desde el gobierno de Estonia se vienen sopesando otras opciones a fin de incrementar las capacidades de disuasión proyectadas desde su territorio. La más compleja esgrimida desde Tallin se basa en permitir el futuro despliegue de cazas británicos F-35A con capacidad nuclear, los cuales están en proceso de compra por parte del Reino Unido, colocando a los aviones furtivos prácticamente “al lado” de Rusia.

El Reino Unido y la incorporación de F-35A con capacidad nuclear
La variante “A” del caza producido por Lockheed Martin ha sido recientemente certificada para emplear la bomba nuclear B61 de origen estadounidense, abriendo la posibilidad para que socios del programa y de la OTAN, como Reino Unido, Alemania y Países Bajos, puedan emplear, con la autorización de los Estados Unidos, esta capacidad con fines disuasivos desde territorio europeo. En tal sentido, la eventual presencia de F-35A armados con bombas nucleares en Estonia constituiría un salto cualitativo para las capacidades disuasivas de la región y enviaría un mensaje directo a Moscú.

Por último, y más allá de lo expresado por el Ministro de Defensa de Estonia, la posibilidad de acoger a cazas F-35 británicos con capacidad nuclear, como de otros países, deberá contar con la autorización de los Estados Unidos, como la voluntad de los gobiernos involucrados y dispuestos a enviar estas capacidades a kilómetros de la frontera rusa. También, más allá de la retorica de los lideres de la OTAN en la reuniones, también debe sopesar hasta que punto la alianza atlántica esta dispuesta a escalar las tensiones con Rusia en el actual contexto que atraviesa Europa del Este.
*Fotografías empleadas a modo de ilustración.
Te puede interesar: Por primera vez desde el inicio de su despliegue en Estonia, cazas F-35A de la Fuerza Aérea Italiana interceptan aviones Su-24 y Su-33 de la Armada Rusa






