Proveniente del Estado de Luisana, tras atravesar el Atlántico, un bombardero estratégico B-52 Stratofortress de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) arribó el pasado 11 de septiembre a la Base Aérea de Fairford, en Reino Unido, para sumarse al Ejercicio Multinacional Cobra Warrior 2025. Esta es la segunda ocasión en que bombarderos estadounidenses participan en el ejercicio Cobra Warrior desde 2019, reafirmando el interés de Washington en sostener este tipo de despliegues en Europa, a fin de incrementar la coordinación e interoperatividad con aliados europeos de la OTAN.
Cobra Warrior 25-2 es un ejercicio combinada liderado por la Real Fuerza Aérea británica (RAF) el cual tiene lugar dos veces al año. Esta nueva edición, que comenzó el pasado 15 de septiembre y se extenderá hasta el próximo 2 de octubre, tendrá como locaciones diferentes bases militares del Reino Unido empleadas como zonas de entrenamiento aéreo. Además del bombardero B-52 de la USAF, asignado al 307° Ala de Bombarderos de la Base de la Fuerza Aérea Barksdale, también participan cazas F/A-18 Hornet de la Real Fuerza Aérea canadiense, Eurofighter Typhoon de la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe), y medios aún no confirmados de la Fuerza Aérea de Italia (Aeronautica Militare).
Con el principal objetivo de mejorar la interoperabilidad entre países y fuerzas de la OTAN, el ejercicio Cobra Warrior 25-2 busca reforzar el entrenamiento en entornos complejos y de alta intensidad, donde se simulan amenazas aéreas y se contempla el empleo de capacidades de defensa antiaérea y guerra electrónica. La ejercitación también incluye la planificación combinada de misiones y la integración táctica de las unidades participantes.
Asimismo, no debe pasarse por alto que este tipo de prácticas contribuyen un adiestramiento cada vez más cercano a los escenarios considerados posibles en el contexto geopolítico actual. En ese sentido, Cobra Warrior 25-2 se desarrolla en un momento clave, marcado por la escalada en el frente oriental de Europa tras la incursión de drones rusos en Polonia, seguida del incremento de las tensiones entre Moscú y la Alianza Atlántica, lo que refuerza la relevancia de estos ejercicios como herramienta de disuasión y preparación conjunta.
Por lo cual, la llegada de los bombarderos resulta elemental: “Estamos aquí para entrenar como combatimos, en entornos conjuntos de coalición, para poder responder eficazmente a cualquier amenaza, en cualquier parte del mundo” declaró el Teniente Coronel Kenny Squires, Comandante de Despliegue del 307.º. “El B-52 aporta alcance estratégico y capacidades de ataque de largo alcance al combate. Ejercicios como Cobra Warrior 2025 nos aseguran una ventaja competitiva”, declaró Squires. Para la unidad participante, el ejercicio supone la posibilidad de operar en un entorno multinacional y de ritmo acelerado, lejos de su base de origen , lo que contribuye a consolidar la preparación necesaria para sostener la política de disuasión de Washington.
*Fotografías: Fuerza Aérea de los EE.UU.
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